La alcaldesa que trajo la nieve

Por Jorge L. Pérez

jperez@elnuevodia.com

Aparte de los méritos que haya tenido el musical en el que Marc Anthony llevó la voz cantante, tal vez por lo menos haya que reconocerle a Simon el haberse empapado lo suficientemente de la cultura boricua como para saber que en los años cincuenta y sesenta no había para los puertorriqueños un símbolo más simpático y querido que el de doña Fela, la alcaldesa de San Juan.

Durante 22 años -de 1946 as 1968- estuvo al mando de la ciudad capital, compartiendo tanto la larga gobernación de Luis Muñoz Marín (1952-1964) como el cuatrienio de su sucesor, Roberto Sánchez Vilella.

Pero más que proyectar una imagen de figura política, o que se le identificara con el Partido Popular, la imagen que proyectaba era de una gran dama, culta, maternal y tal vez un poco anticuada con sus múltiples abanicos, floridos sombreros y frondosas pelucas de cabellos entrelazados.

Y una dama que tal vez también un poco excéntrica.

Una de sus excentricidades más curiosas, para algunos, fue convencer a la aerolínea Eastern para que esta trajera en sus vuelos desde Estados Unidos auténtica nieve norteña, de modo que los niños pobres de San Juan -aquellos que jamás habían salido del país- tuvieran la oportunidad de verla, tocarla... y pegarse pelotazos con ella.

Antes de que a los aviones se les imposibilitara seguir haciéndolo, a principios de los años cincuenta la 'fiesta' de la nieve por lo regular se llevó a cabo el 5 de enero en los terrenos del estadio Sixto Escobar y el parque Luis Muñoz Rivera, e incluía la presencia de los personajes de Santa Claus y los Reyes Magos, así como trineos y otros equipos identificados con el frío.

Se celebraba tanto la víspera del Día de Reyes como, según diría doña Fela, su cumpleaños, puesto que ella había nacido el 9 de enero (de 1897).

Algunos historiadores posteriores lo han visto como un patético esfuerzo por americanizar al país.

Otros, sin embargo, vieron en ese gesto sencillamente el afecto maternal que siempre sintió doña Fela por los pobres... y por los niños, hasta el extremo de que en una ocasión vendió una propiedad suya en Mar Chiquita para comprar los juguetes que regalaría a miles de niños para el Día de Reyes.

A pesar de que nunca llegó a ser madre.

O quizás sí lo fue.

Nacida en Ceiba, hija de una maestra y un abogado, la futura doña Fela tuvo que aprender desde muy temprano a tratar con los niños cuando, según explica su biografía oficial, a la edad de 12 años debió encargarse...

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