Capital del placer

Madrid

TEXTOS Y FOTOS Por Rafael Vega Curry

La crisis que golpea a las economías del mundo entero es innegable. Pero si existe una ciudad bien preparada para enfrentarla, esa es la capital española, con una incomparable infraestructura turística y una clara vocación de apertura, que se manifiesta en la constante renovación de sus ofrecimientos al visitante, incluida la puesta al día de sus portales cibernéticos www.spain.info y esmadrid.com.

Es imposible abarcar toda la ciudad en una sola visita. Más bien, conviene seleccionar una (o varias) de las perspectivas desde las cuales puede ser abordada -la cultural, la familiar, la ecológica, la hedonista-. Y si es este último plan el que hemos elegido, pues elegimos bien, porque Madrid ciertamente es una capital del placer.

Comencemos, por ejemplo, con un buen desayuno en el restaurante o en la terraza de hoteles como el Gran Meliá Fénix o el Ritz. De ahí pasaremos al Museo Reina Sofía -a muy corta distancia a pie del Ritz- para ver la magnífica exposición de obras de Salvador Dalí que allí se presenta. Para almorzar iremos a Estado Puro, situado también muy cerca, a descubrir cómo el chef Paco Roncero ha transformado, con un aire muy chic, el arte del tapeo. Por la tarde nos iremos de compras por la calle Serrano, o por los barrios de Chueca, Malasaña y Triball. Y para la cena, una visita a La Cesta de los Recoletos, uno de los restaurantes de moda en la ciudad.

Todo el día, y toda la noche, hay algo para hacer y disfrutar en esta vibrante capital.

Desde el momento en que el visitante entra por la puerta se da cuenta de que está en un sitio especial. La enorme rotonda sostenida por pilares de mármol, el majestuoso candelabro, los espejos de bordes ornamentados, las mullidas butacas, los cristales, las alfombras; todo ello da cuenta de que, en efecto, llegamos a un sitio muy especial.

De hecho, no hace falta llegar al vestíbulo del hotel para ir comprendiendo que esta es una área especial. A muy pocos minutos de allí están situados varios de los puntales de la cultura madrileña, como los museos de El Prado, Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza; grandes restaurantes; así como varias de las zonas más importantes de Madrid, tales como la Gran Vía, el Paseo de la Castellana y el barrio de Salamanca. Por algo le dicen a esta zona el Triángulo de oro.

Hemos llegado al Ritz, emblemático hotel de lujo de 5 estrellas de la capital española. Un palacio barroco construido en 1910 a instancias del rey Alfonso XIII, cuando este se percató de que no había un lugar adecuado para alojar a sus invitados de otras casas reales europeas cuando lo visitaban en Madrid. El edificio, estilo belle époque, luego se habilitó para la hostelería, pero el lujo y el exquisito servicio permanecieron.

Para mantener los estándares de calidad que le dieron vida, el Ritz es objeto de una restauración constante. Tiene 167 habitaciones y todas son diferentes. Y a fin de mantenerlas siempre en óptimas condiciones, el hotel cuenta con dos empleados por habitación. Personalidades como Mata Hari, Ava Gardner, Evita Perón, Yves St. Laurent, Carolina Herrera y Bill Gates se han hospedado en ellas.

Y sin embargo, pese a todo ese lujo, que pudiese hacer pensar que este es un lugar "frío" o excesivamente pendiente de rígidos protocolos, este es un lugar cálido.

"Es un hotel con alma", comenta Inma Casado, la atenta gerente de comunicaciones y ventas del Ritz. Aquí hay un auténtico deseo de...

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