Minoría castigada en silencio

Por Yaritza Santiago Caraballo

ysantiago1@elnuevodia.com

En la Isla no hay estadísticas oficiales que midan esta incidencia. Pero un estudio realizado en el 2004 por el Centro para la Mujer Dominicana reveló que a nivel local ocho de cada 10 mujeres extranjeras, con o sin documentos legales, sufren algún tipo de abuso.

Lecona López, de nacionalidad mexicana y quien está detenida por la brutal golpiza que sufrió su hijo de seis años que fue abonado en un armazón de una lavadora, denunció que su pareja, Javier Álvarez Luciano, acusado por el ataque al niño, la obligaba a hablar con su familia por altavoz y no la dejaba salir sin compañía.

Además, alegó que la mantenía encerrada en el cuarto, no le permitía asistir a la iglesia, y la intimidaba diciéndole que él era agente federal.

Noelia Delgado, trabajadora social e intercesora legal del Centro para la Mujer Dominicana, explicó que las mujeres inmigrantes que son indocumentadas, que no tienen familia en la Isla ni recursos económicos para sostenerse por sí mismas, son más vulnerables a sufrir abuso verbal, físico, sexual, sicológico.

Y es que la mentalidad de su agresor es que la mujer inmigrante, principalmente la indocumentada, está menos dispuesta a llamar a las autoridades porque vive en la sombra, no tiene la posibilidad de viajar a su país de origen, no tiene cerca amistades ni familiares que la apoye.

Cabe destacar que de los casi 300,000 inmigrantes indocumentados en la Isla, más de la mitad son mujeres.

"Los agresores usan todas las manifestaciones de maltrato para demostrar poder y control. Aleja a su víctima de su entorno, no le permite tener amistades ni dialogar con los vecinos. Le restringe cualquier comunicación con familiares y con quien sea para que esa mujer se sienta más sola", explicó Delgado.

El agresor también utiliza estrategias de intimidación y de amenazas para mantenerla bajo su poder. "Lo más común es el maltrato sicólogo cuando le dicen: sin mí tú no eres nadie; si vas a la policía te van a deportar; yo tengo el poder; te voy a quitar a los niños. Pero, también hay casos de mujeres brutalmente agredidas con cuchillos, a patadas. La realidad de la mujer inmigrante es difícil", agregó Delgado.

Esta trabajadora social atiende este tipo de casos con mujeres de todo tipo de origen dominicano, colombianas, venezolanas, mexicanas francesas, palestinas y hasta de Ucrania. El problema es tan serio que el Centro para la Mujer Dominicana atiende a ciento de víctimas...

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