Demandará al gobierno

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Gerardo Cordero

Blanco narró a este medio que cuando su hija lo transportaba junto a su esposa hacia su residencia, cerca de la plazoleta del Banco Popular, entre las calles Recinto Sur y Tizol, el vehículo fue detenido por policías municipales que les indicaron que no podían pasar.

"Ya hablé con mis abogados y vamos a acudir a la Corte Federal porque esto ha sido una violación a mis derechos civiles. Tengo perfecto derecho a llegar a mi casa. Estoy firme y lo voy a hacer (presentar la demanda)", manifestó Blanco.

Explicó que aunque el vehículo en el que viajaban tiene carnet para personas con impedimentos, y a pesar de que presentó a los agentes su identificación como residente bona fide del Viejo San Juan, una sargento y otros policías no le permitieron el paso por la empinada calle para aproximarse a su hogar.

"Al pedir acceso para mi residencia, que queda entre la calle Tetuán y San José, se nos negó el acceso, aunque le informamos que el automóvil salía, no se quedaba, porque la conductora, mi hija, iba solo a dejarnos frente a la casa. Somos dos octogenarios. Mi esposa tiene problemas cardiacos y yo impedimentos. La sargento me vio con mi bastón, pero de forma tajante dijo que no podíamos pasar", relató Blanco.

Explicó que la joven sargento se ubicó al lado del asiento del pasajero, ocupado por él, mientras al otro extremo, cerca a la conductora, se ubicó otro uniformado, para garantizar que el vehículo no se moviera. Precisó que ante su insistencia para que se le permitiera acceso, la sargento municipal respondió que "esas son las órdenes".

Aclaró que la sargento no fue hostil y que les explicó que llamaría por teléfono a sus supervisores. Sin embargo, esas llamadas no tuvieron respuesta, por lo que ella les sugirió desviarse hasta la Plaza Colón para que hablaran personalmente con "los supervisores", a ver si les autorizaban acceso a su residencia, sostuvo el destacado arquitecto.

Ante la imposibilidad de transitar en el vehículo, dijo que eventualmente resolvió bajar con su esposa, y, a pesar de sus dificultades para caminar, se movieron a pie por la empinada calle.

En tono pausado, lamentó incluso que uno de los uniformados le planteó que a los residentes del Viejo San Juan se le indicó en reuniones que tenían que estar en sus casas antes de las...

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