El día del buen trato

SILVERIO PÉREZ

HUMORISTA

En el estacionamiento de Plaza las Américas una señora aceleró su auto al percatarse de que al otro lado había un espacio disponible. Un individuo en un "jeep" con llantas enormes también aceleró en dirección al mismo espacio. Llegaron a la vez. La señora comenzó a sentir esa impotencia que se experimenta cuando eres víctima de la ley de la selva. De pronto, el joven se bajó del "jeep", se subió los calzones que ya estaban cogiendo la curva de las nalgas hacia abajo y extendió su mano concediéndole el deseado estacionamiento. La señora, incrédula no reaccionaba. El joven se le acercó y le dijo: "Distinguida dama, no se asombre, simplemente estoy cumpliendo la ley que el señor gobernador de Puerto Rico acaba de firmar".

Pocas horas después, al salir de una conocida farmacia en el área del camino Alejandrino, un buen hombre sintió en su espalda el frío metal de un cañón. Una voz ronca le dijo: "Distinguido caballero, esto es un asalto. ¿Sería tan amable de extraer de su bolsillo la cartera y dármela?" Instintivamente el señor intentó voltearse a lo que el asaltante respondió: "Le voy a pedir que evite mirarme a la cara, no he tenido tiempo de afeitarme y no quisiera que usted pase por la desagradable experiencia de verme así". "No se preocupe, no lo haré. Tenga, aquí está mi cartera." Al asaltante le tomó poco tiempo percatarse de que el señor solo tenía 15 pesos en su billetera. "Amigo, con esto no me da para mi cura. Me va a tener que acompañar a una ATH para sacar por lo menos unos cincuenta dólares adicionales".

El señor, preocupado le expresó: "Lo que sucede es que mi mujer está esperándome en el carro y precisamente le estaba comprando las pastillas para la presión. Si ella ve que me estoy yendo con usted se puede poner malita. Yo preferiría darle mi número secreto y así usted se lleva la tarjeta". "No faltaba más" -respondió el asaltante- "A ver, aguánteme aquí el revólver en lo que anoto su número secreto. ¿Puedo usar el bolígrafo que usted tiene en el bolsillo de la camisa?"

El señor le dio su...

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