EXPORTACIÓN BORICUA A OTRO NIVEL

Por Marian Díaz

mdiaz1@elnuevodia.com

En ese corto tiempo ha abierto 21 tiendas en Estados Unidos, donde emplea a 160 personas. Tiene también otros nueve establecimientos en República Dominicana, ocho en Arabia Saudita y este mes abrirá dos adicionales en Azerbaiján y el Líbano.

El desarrollo de Beya es sorprendente, pero tal vez más lo sea saber que la cadena es propiedad del empresario puertorriqueño Paul Shames, dueño y fundador de las también exitosas cadenas de accesorios femeninos Exentrix y Pozzazz, que entre ambas ya suman 36 en Puerto Rico.

Shames, de 46 años, es uno entre un puñado de comerciantes locales que ha emprendido el camino hacia la globalización, aventurándose a llevar su concepto de tiendas a otras tierras. En ese grupo están también los Galliano con su cadena Gatsby, los Carrady con sus salas de cine, los Cordero con Leonardo's y Felipe Pérez con El Mesón Sandwiches, entre otros pocos.

En entrevista desde China -donde Shames estará un mes visitando suplidores y trabajando en el diseño de prendas de fantasía-, el empresario contó que, aunque siempre había considerado la exportación, no fue hasta que el Gobierno firmó la Ley 73 del 28 de mayo de 2008, Ley de incentivos para el desarrollo económico de Puerto Rico, que decidió hacerlo en grande, ya que ofrecía beneficios contributivos atractivos. "La oportunidad era buenísima. Esta ley fue la que nos impulsó a entrar en la exportación a un nivel mucho mayor. Antes de eso solo habíamos abierto dos tiendas en el 2007".

Su plan fue conquistar el mercado de mujeres que gustan de usar accesorios modernos, pero sin pagar grandes fortunas. Se ideó el nombre Beya, porque quería que sonara latino y estaba inspirado en el nombre de su esposa Bea. Su estrategia fue comenzar en Florida, donde procuró ubicarse en espacios prominentes dentro de los malls más importantes del estado, aunque pagara más renta.

"Todo el mundo va a Disney en Orlando y la gente que visita los malls nos ve rápido", dijo el graduado de Finanzas de Babson College en Massachusetts. Fue así que hace tres años capturó la atención de la hija de Sheik Fawaz Alhokair, dueño de uno de los emporios más poderosos en la industria de franquicias y centros comerciales en Arabia Saudita.

Según Shames, Alhokair posee más de 80 franquicias de marcas reconocidas de distintos tipos de negocio, pero no tenía ninguna en la categoría de bisutería y accesorios para la mujer moderna de clase media.

"Nos sorprendió que habiendo cientos de conceptos de franquicias en el mundo nos contactara a nosotros", dijo con...

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