Ley Núm. 98 de 31 de Julio de 2007. Ley del Deporte de Gallos de Pelea

EventoLey
Fecha31 de Julio de 2007

Ley Núm. 98 de 31 de julio de 2007

(P. de la C. 1396)

Para autorizar el deporte de los gallos y ponerlo bajo la autoridad y jurisdicción del Departamento de Recreación y Deportes de Puerto Rico; autorizar el importe de las licencias de las galleras, criadores de gallos, jueces; fijar penas contra los infractores de esta Ley; derogar la Ley Núm. 98 de 30 de junio de 1954, según enmendada; establecer como Derecho Cultural de los puertorriqueños las peleas de gallos; crear un programa de fomento a la crianza de gallos de peleas adscrito al Departamento de Agricultura; y para otros fines.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La historia de las peleas de gallos se remonta a la época antes de Cristo. Sin embargo, antes de que se convirtiera en un deporte, el gallo era visto como ave admirable, respetado por el hombre. El gallo de pelea era tema de adoración religiosa. Los antiguos Sirios adoraban el gallo de pelea. Los antiguos Griegos y Romanos asociaron el gallo de pelea con los dioses Apolo, Mercurio y Marte. Magallanes indicó que en Borneo el ave era tan sagrada, que nadie podía comer su carne.

En la antigua Grecia las peleas de gallos se consideraban como un deporte nacional.

La historia de las peleas de gallos es incierta. No se sabe con certeza cuándo se convirtió en un deporte oficial. En los tiempos antes de Cristo, hace aproximadamente 3,000 años, durante los tiempos de los Fenicios, Hebreos y los Canaan, las peleas de gallos ya eran populares. Criar gallos para pelear en un ruedo era considerado un arte y negociar los mismos era provechoso. En Egipto, en la época de Moisés, las peleas de gallo eran un pasatiempo preferido. A la altura de la civilización griega, Temistocles, general que se preparaba para combatir a los Persas invasores, decidió llevar a cabo una pelea de gallos la noche anterior a la batalla para inspirar a sus hombres, demostrándoles la natural valentía del gallo de pelea. Los comerciantes persas disfrutaban mucho de las apuestas a sus gallos. Estos traían consigo sus aves para jugarlos en los mercados y centros donde negociaban.

En el primer siglo después de Cristo, Julio César introdujo a Roma el deporte de las peleas de gallos. Fue el primer ciudadano romano entusiasta de este deporte. César introdujo también las peleas de gallos en Inglaterra.

En el Siglo 16, las peleas de gallos prosperaban en Inglaterra. Durante la época del Rey Enrique VIII, se llevaban a cabo peleas de gallos en el Palacio de Whitehall. El juego se convirtió en un deporte nacional a tal punto, que a ciertas escuelas les fue requerido enseñar a los estudiantes todo lo relacionado a las peleas de gallos, tales como crianza, traqueo y condicionamiento del gallo. Durante el tiempo de más popularidad, el mismo clero las patrocinaba. Los patios de las iglesias y el interior de las mismas fueron utilizados como arena para celebrar peleas. El deporte declinó en Inglaterra durante el reinado de la Reina Victoria en el Siglo 17. Sin embargo, en las Islas Británicas, aún existe una casta de gallos de Charles II,que son muy cotizados por criadores.

En España, las peleas de gallos han existido por más tiempo. Cómo llegaron, es incierto. Las teorías señalan a los viajantes fenicios o los moros conquistadores. Hoy las peleas de gallos son un deporte popular en Bilbao, Oviedo, Madrid, Barcelona, Valencia e Islas Canarias.

En los Estados Unidos de América, famosos ex Presidentes eran amantes de las peleas de gallos. Entre éstos, se encontraban George Washington, Thomas Jefferson, Andrew Jackson y Abraham Lincoln. Hubo un momento cuando la Casa Blanca se convirtió en centro para la celebración de peleas de gallos. Estas peleas de gallos, incluso, fueron celebradas en los cuartos del comité del Presidente.

Como datos interesantes de este deporte, en la cultura norteamericana, nos encontramos con el estado de Delaware, donde el ave del estado es el "Blue Haven Chicken", un tipo de gallo de pelea. Adoptado el 14 de abril de 1939, esta ave había sido utilizada como adorno en numerosas campañas políticas y en muchas publicaciones. Durante la guerra revolucionaria, los soldados del Capitán Jonathan Caldwell, reclutados del condado de Kent, trajeron con ellos gallos de pelea de la casta de una famosa "gallina azul" y reconocidos por su capacidad de pelea. En el tiempo de descanso de batallas, los oficiales y los soldados se divertían echando a pelear sus gallos.

La fama de estas peleas de gallos se difundió por todo el territorio, y cuando los soldados de Delaware iban a batalla, combatían tan valerosamente que los compararon con sus gallos de pelea azules. Otro dato interesante es el origen del trago denominado "cocktail", del cual hay varias historias. Una de ellas dice que durante la guerra de la revolución los soldados americanos y franceses acudían a tomar tragos a una taberna, donde le preparaban un trago especial, el cual adornaban con plumas de gallo. Al brindar los americanos, decían: "Here's to the fine liquor which is as delicious to the palate, as the cock's tails are beautiful to the eye", a lo cual los franceses contestaban "Vive le cocktail". Otra, habla de cómo utilizaban estas plumas para adornar el vaso del soldado más valiente en el momento de la celebración después de la batalla.

Las peleas de gallos declinaron en Estados Unidos de América cuando comenzó la guerra civil. Al presente, las peleas de gallos en Estados Unidos son legales en los Estados de New Mexico y Louisiana, así como en Puerto Rico.

Crónicas publicadas en diferentes periódicos y revistas del Siglo XIX, indican que el gallo de pelea fue introducido en Puerto Rico, así como en todo el Caribe, por los españoles, al parecer desde los inicios de la colonización y, desde entonces, se iniciaron las peleas de estas aves.

Cuando se habla del deporte gallístico, el nombre de Puerto Rico es uno de los primeros que sale a relucir, ya que en nuestra Isla existe un gran arraigo por este deporte. El deporte gallístico comenzó a practicarse en Puerto Rico en el Siglo XVI.

Las peleas de gallos llegaron a Puerto Rico a través de los españoles, pero no es hasta el 5 de abril de 1770, que se promulga oficialmente el deporte en la Isla, mediante un decreto del Gobernador español Don Miguel de Muesas. En el 1776, el Gobernador José Dufresne prohibió las peleas, con el pretexto de que los obreros y trabajadores no ejercían bien sus oficios debido a la gran atención que éstos brindaban a las jugadas. Sin embargo, el pueblo continuó jugando de manera clandestina. En el 1825, el primer reglamento oficial de gallos aparece bajo el mandato del español Miguel de la Torre.

En el 1898, al llegar los norteamericanos a Puerto Rico, se prohíbe la práctica de este deporte, dando lugar a que se llevaran a cabo de manera clandestina. El 12 de agosto de 1933, el Gobernador Robert Gore declara las peleas de gallos como un Deporte Oficial en Puerto Rico, gracias a las gestiones realizadas por el legislador Rafael Martínez Nadal, mediante la Ley Núm. 1 de 12 de agosto de 1933, según enmendada, la cual fue de su autoría.

Las peleas de gallos forman parte de todo el patrimonio y el folklore puertorriqueño. Desde la época del dominio español, los boricuas apostaban a su gallo preferido, siendo esta actividad una compartida por la familia y llevada de generación en generación.

El deporte de las peleas de gallos es uno que se ha desarrollado a través de los siglos en Puerto Rico. Esta actividad deportiva, que data desde el Siglo XVI y posee relevancia recreativa, cultural y económica, ha sido instrumental en el establecimiento de galleras en todos los pueblos de la Isla, las cuales son operadas por familias puertorriqueñas, en su gran mayoría. Este deporte está tan arraigado a este territorio, que en nuestro diario vivir utilizamos frases y palabras directamente relacionadas a ese deporte. ¿Quién no ha escuchado la expresión "yo voy a mi gallo" o "ese gallito no se juye". Estos son algunos ejemplos donde claramente se reflejan nuestras raíces culturales, influenciadas por el deporte gallístico.

Puerto Rico es el paraíso del deporte de las peleas de gallos, conocido también como el deporte del pico y las espuelas, y el deporte de los caballeros. Se le conoce como el deporte de los caballeros, ya que es el deporte donde se juega verbalmente con otra persona, desde un dólar y hasta miles de dólares durante una pelea, sin tener que firmar documento alguno, empeñando solamente su palabra de caballero y, al final...

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