Mariposas y heroínas

Por Mario Alegre Barrios

malegre@elnuevodia.com

Esa estatura suele estar acompañada de grandes sacrificios -a menudo, de la vida misma- en el afán de proteger y salvar vidas, y también de defender ideales que tienen como brújula y faro los valores más preciados de la naturaleza humana.

Estos son los verdaderos héroes, nunca otros.

A esta categoría pertenecen, sin duda, tres hermanas dominicanas que hoy, hace justamente 52 años, dejaron el mundo de los vivos para marcar con su sangre la vida maltrechamente democrática -como casi todas las democracias- de la isla vecina que, durante el último medio siglo, ha intentado olvidar la tragedia de la dictadura del general Rafael Leónidas Trujillo.

Si algo abunda en la historia son los dictadores y también quienes se han atrevido a desafiarlos -los héroes-, de la misma manera que sucede en la literatura, con infinidad de obras dedicadas a las vidas de unos y otros.

Las hermanas Mirabal -Patria, Minerva y María Teresa- pasaron a la historia como "Las Mariposas", apodo acuñado durante su larga resistencia contra la dictadura del no menos tristemente célebre "el Chivo" -Trujillo-, quien ordenó la muerte del trío como solución final a la amenaza que representaba para su régimen, considerado entre los más sangrientos de América Latina.

Destinadas a ser heroínas en un mundo "de machos", las hermanas tuvieron una infancia holgada y apacible, como hijas de un prominente empresario y estudiantes internas en un colegio de monjas, en La Vega, en la provincia Salcedo.

Si bien las tres se destacaron desde muy jóvenes fundamentalmente por su inteligencia -a juzgar por las imágenes que se conservan de ellas-, Minerva tuvo como virtud adicional una belleza particular que habría de convertirla en objetivo obsesivo del Chivo y -por lo que cuenta la historia- en detonante de la persecución que culminó con el asesinato que hoy se conmemora.

Vidas que son el andamiaje de la novela En el tiempo de Las Mariposas -de la escritora estadounidense de origen dominicano Julia Álvarez y llevada al cine con la actriz Salma Hayek en el papel de Minerva-, las existencias de las hermanas Mirabal se han convertido en testimonio de lo que es capaz la resistencia civil frente al inmenso poder -en apariencia invencible- de las dictaduras, sobre todo por la secuela que tuvo su salvaje asesinato: el asesinato del propio Chivo, apenas seis meses después y luego de 31 años de ejercer el poder, bien de manera directa, o a través de...

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