No llueve café en la Isla

Por Rebecca Banuchi

rebecca.banuchi@elnuevodia.com

"El café se nos está terminando porque no hay mano de obra suficiente", sentenció el agricultor.

Puerto Rico es un país en el que se consumen alrededor de 300,000 quintales de café anualmente, y la producción se estima que este año apenas ronde los 100,000 quintales. Sin embargo, esa cifra podría ser significativamente mayor, pues se calcula que entre un 30% y 40% del fruto se pierde, según el Departamento de Agricultura, debido principalmente a la escasez de trabajadores en las tareas de recogido.

"Nosotros mismos, en este punto, decimos para qué mantener esa finca, esas 28 cuerdas que se cargan de café. Uno dice para qué tanto esfuerzo para perder el dinero", comentó González, quien desde hace 15 años mantiene su finca en el barrio Guayabo Dulce del montañoso pueblo.

González lleva tres años intentado traer a la Isla trabajadores del extranjero para que se ocupen del recogido del café, y no es hasta ahora que esa posibilidad se ve un poco más cerca, luego que en marzo se aprobara una ley que establece la política pública del Gobierno respecto a la necesidad de mano de obra local o importada para esas faenas agrícolas.

La Ley "Manos Pa'l Campo" ordena al Departamento del Trabajo y Recursos Humanos y al de Agricultura a laborar conjuntamente para ayudar a los caficultores a tramitar la importación de trabajadores agrícolas temporeros.

El proceso es extenso, y en él intervienen el patrono interesado, el gobierno estatal y el federal, así como la persona a emplear, pero antes de comenzar cualquier gestión es necesario confirmarle al gobierno estadounidense que no hay disponible mano de obra local para realizar las labores. Y es este uno de los principales debates en torno a esta iniciativa.

William Mattei, representante del sector cafetalero en la Asociación de Agricultores, entiende que, antes de pensar en importar mano de obra, es necesario agotar todos los recursos locales.

"Primero, tenemos que traerlos de nuestro propio país, movilizarlos dentro del propio país. El problema es la movilidad", apuntó Mattei, un caficultor del barrio Garzas de Adjuntas con más de 30 años de experiencia.

Mattei asegura que en la Isla existen suficientes personas a las que podría interesarles recoger café. A su juicio, la escasez de trabajadores representa un problema, pero señaló como el principal la falta de sembradíos.

González, por otro lado, está convencido de que ya todas las alternativas en Puerto Rico...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR