Puerto Rico y su cita con Wall Street

Por Joanisabel González

joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

La misión de convencer a las casas acreditadoras de que el país no repetirá sus desatinos en materia fiscal y económica está en manos del presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Javier D. Ferrer, y la secretaria de Hacienda, Melba Acosta. Ambos funcionarios, acompañados de ciertos ayudantes, salieron ayer en la mañana hacia la Gran Manzana, supo El Nuevo Día. Este diario solicitó una entrevista a Ferrer ayer pero, al cierre de esta edición, no había recibido respuesta.

Desde el cambio de administración, el equipo financiero de García Padilla ha mantenido comunicación con las casas acreditadoras, pero los tres encuentros programados para hoy podrían describirse como la primera presentación formal de Puerto Rico desde el año pasado, cuando SP colocó la perspectiva de la Isla en negativo y Moody's colocó la deuda de la Isla en el umbral del grado especulativo.

El encuentro entre Puerto Rico y las casas acreditadoras se produce 60 días después del cambio de gobierno y justo después del anuncio de medidas antipáticas como el aumento en la luz y el plan de ajuste en pensiones. Esta última pieza llegaría a la Legislatura hoy.

"Esa primera reunión es bien importante porque es la primera oportunidad que se tiene para transmitir confianza", dijo Juan Agosto Alicea, pasado presidente del BGF. "Los analistas van a estar muy pendientes a la presentación y a la firmeza con que se presenten las soluciones a la crisis".

El contador público sostuvo que en ese primer encuentro "lo más incómodo" es aceptar o explicar que existe una discrepancia entre la información económica que tiene el analista y la información que presenta, en especial, si se trata de estimados inflados.

Agosto Alicea vivió eso en el 2001 cuando fue él quien estuvo en el candelero. SP y Moody's degradaron el crédito de Puerto Rico, posteriormente.

"Es un momento bien difícil... Ese momento es como si se te fuera la vida, como si le fuera la vida a Puerto Rico", dijo un ejecutivo que presenció los "fuertes" encuentros entre el personal del BGF y los analistas durante la administración de Luis Fortuño.

En el 2009, Fortuño llevó a las casas acreditadoras un déficit de sobre $3,000 millones. La cifra distó de los $1,200 millones divulgados por la administración de Aníbal Acevedo Vilá.

El ejecutivo, quien pidió anonimato por haber tenido acceso a información sensitiva del Gobierno, opinó que el equipo de García Padilla...

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