La reforma necesaria

EFRÉN RIVERA RAMOS

CATEDRÁTICO DE DERECHO

Las dificultades que afectan a nuestro cuerpo legislativo incluyen la erosión de su legitimidad política, la falta de representatividad, la pobre calidad de su composición y las deficiencias de la legislación producida. Se le suman la debilidad que demuestra frecuentemente frente al Poder Ejecutivo, su renuencia a asumir responsabilidad ante asuntos de envergadura y su sumisión a intereses poderosos o vociferantes. Debe agregarse la carencia de información pública sobre sus operaciones y la falta de acceso y participación de sectores importantes en los procesos legislativos.

No deben pasarse por alto las limitaciones que tiene la institución para atender asuntos vitales debido a nuestra situación de subordinación política.

Ante esas circunstancias, una reforma abarcadora debería abordar al menos tres dimensiones: la dimensión estructural, la dimensión política y la dimensión cultural.

La reforma estructural debe comenzar por retomar el tema de la unicameralidad. Los argumentos a favor de ese modelo se encuentran bien hilvanados en el análisis producido para la Convención Constituyente por la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico.

La cámara única podría contribuir a reducir el costo de operación de la Legislatura y a incrementar su eficiencia eliminando los trámites relacionados con el doble cotejo de la legislación.

Podría fortalecerla frente al Ejecutivo y eliminaría las luchas de poder que ahora se generan entre los dos cuerpos legislativos.

El segundo cambio estructural consistiría en adoptar alguna modalidad del sistema de representación proporcional, de modo que la composición de la Legislatura refleje la distribución del voto entre el electorado. Actualmente, un partido que obtiene menos del cincuenta por ciento de los votos puede acaparar dos terceras partes de los escaños. La representación proporcional distribuiría los escaños según el porcentaje realmente obtenido en la votación popular. Tal sistema dotaría a la Legislatura de mayor representatividad, incorporaría una pluralidad de voces al proceso legislativo y aprovecharía los talentos existentes en todos los sectores políticos, incluidos los de los diferentes partidos minoritarios.

La tercera modificación estructural debe atender el tiempo de dedicación y la compensación de los legisladores, así como los recursos que se les asignen para...

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