Reina de belleza a los 73 años
Por Patricia Vargas casiano
pvargas@elnuevodia.com
Estas mujeres, ya abuelas y hasta bisabuelas, se atrevieron a entregarse a un sueño que tuvieron de joven y lo disfrutaron en su máximo esplendor como cualquier jovencita. Incluso, estas beldades se mostraron más honestas en sus respuestas y más creativas que muchas candidatas de los certámenes de belleza que hemos visto.
Las candidatas, representantes de distintos centros CASM Nueva Aurora de la Isla, llevaban cinco meses preparándose para el concurso que ayer coronó a la representante de Luquillo, Carmen Luz Román, una abuela preciosa y con mucha clase, como la nueva reina,
"Este concurso me ha dado una alegría tremenda. Tengo un equipo que me ha apoyado y mi esposo (Rafael Rosa), que está que no cabe de orgullo", dijo tras ser coronada la expropietaria de restaurantes de 73 años.
Carmen, madre de tres hijos y abuela de tres niñas, al enviudar conoció a su actual esposo, también viudo, en el centro donde ambos asisten y se casaron hace cinco años. Para el traje típico eligió un vistoso vestido dorado ceñido inspirado en Luquillo, Capital del Sol.
El evento se celebró en el hotel Embassy Suites de Dorado con la participación artística de Juan Manuel Lebrón, quien le dedicó sus mejores canciones a las beldades, y Jaydimar participante de La Voz Kids.
La llamada para estar listas era a media tarde. Había corre y corre de los estilistas dándole los últimos retoques al maquillaje y colocándole los adornos de cabeza que completaban sus trajes típicos. Por lo elaborado de muchos de éstos no alcanzaban a sentarse y los zapatos de tacones de unas cuantas, que era evidente hace mucho no usaban, le aprisionaban sus delicados pies.
Alguna que otra, ya en fila para hacer su presentación, se agarraba de un muro para descansar y de comer los bizcochitos que habían en una bandeja cercana ni hablar... a esas alturas no se podía arriesgar el maquillaje y mucho menos el lipstick.
Pero el ánimo no había quien se los quitara. En especial cuando escuchaban a sus familiares entre el público gritando el nombre de su pueblo.
Sin embargo, nunca perdieron la calma, estaban concentradas en su papel, no mostraban temor de subir al escenario y enfrentarse a un jurado, ni miedo a no poder contestar; quizás una de las ventajas de vivir tanto.
Las candidatas desfilaron también en atuendos deportivos y vestidos de gala.
"Me gusta todo lo alborotoso y lo revoltoso, y hasta brinco la cuica, pero nunca pensé entrar en un...
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