Herejía y terrorismo: Reacciones legales del Santo Oficio de la Inquisición y de los Estados Unidos ante las amenazas mundiales contra sus respectivas hegemonías

AutorMarisara Quiñones
Páginas100-117
Herejía y terrorismo: Reacciones legales del Santo Oficio de la Inquisición y de los
Estados Unidos ante las amenazas mundiales contra sus respectivas hegemonías
Por: Marisara Quiñones
I. Introducción
A raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, llevados a cabo por
extremistas musulmanes contra las Torres Gemelas en Nueva York, en los que perecieron
cerca de tres mil personas, el presidente de los Estados Unidos de América declaró un
estado de emergencia nacional.
1
Como consecuencia de esa declaración, el gobierno de
los Estados Unidos a través de sus agencias de seguridad asumió una política de
control autoritario, mediante la cual se procedió a restringir derechos a sospechosos
detenidos por presuntamente participar en actividades terroristas contra los intereses del
gobierno norteamericano.
Asimismo, han sido varios los recursos de habeas corpus presentados por parte de
supuestos “enemigos combatientes” sobre alegados acto s de humillaciones y torturas
efectuados en prisiones remotas, como la de Guantánamo en Cuba.
2
Solo basta con
recordar las espeluznantes fotografías que mostraron algunos de los implacables abusos
cometidos contra detenidos en la nefasta prisión de alta seguridad Abu Gharib en Irak
para no dudar ni un instante d e la posibilidad real d e que algunos de los detenidos estén
sufriendo grandes abusos.
Sin embargo, la naturaleza de los e ventos actuales que me propongo discutir en
estos escritos se torna fascinante, ya q ue se han descubierto una serie de paralelismos
entre dos sistemas de Derecho, que hasta el presente habían pasado desapercibidos ante
los ojos de los investigadores. Ya hace más de cinco siglos de la fundación de uno de lo s
tribunales más polémicos de la historia, el Santo Oficio de la Inquisición o la Inquisición
española. El mismo fue creado en 1478 a través de una alianza entre el papado y los
Reyes Católicos, Fernando e Isabel, con el objetivo de controlar ideas disidentes que se
consideraban como las amenazas más grandes en contra de la estabilidad religiosa y
social ibérica.
En ambos casos se han visto unos patrones de amenaza contra la hegemonía del
Estado. La reacción que los gobernantes asumieron, tanto a partir de 1478 como del
2001, ante ese temor ha sido la de fiscalización extrema sobre alegadas actividades de
supuestos grupos disidentes. De igual forma, en ambos casos, esta intervención se
proyecta en contra de los intereses de los detenidos, tales como la tortura aplicada dentro
del proceso de interrogación, mientras soportan la largas esperas de la celebración de un
juicio encerrados en un sistema secreto y aislado de confinamiento.
1
Declaration of National Emergency by Reason on Certain Terrorists Attacks. 66 FR 48199, Pres. Proc.
No. 7463, 2001 WL 34773744.
2
Rumsfeld v. Padilla, 542 U.S. 426 (2004); Hamdi v. Rumsfeld, 542 U.S. 507 (2004); Hamdan v.
Rumsfeld, 548 U.S. 557 (2006), In re Guanta namo Detainee Cases, 355 F. Supp. 2nd 443 (2005).
Tomo 4 Revista de Estudios Críticos del Derecho
Me propongo analizar cuan le gítimos pudieran ser los intentos del Estado en
intentar arrebatar unos derechos adquiridos con tanto esfuerzo a través de revoluciones
que han marcado la trayectoría histórica del mundo occidental.
Finalmente, discuto c uan efectivos pudieron y aún puedieran ser los mecanísmos
que han utilizado las autoridades para lograr su objetivo de garantizar un sistema de
seguridad máxima ante dos amenazas, tan distantes en el tiempo pero tan cercanos en
cuanto a la magnitud del grado de su criminalización ante la sociedad, me refiero a la
herejía y al terrorismo.
II. Derecho Inquisitorial
El 1 de noviembre de 1478 quedó instaurado un tribunal que, se gún algunos
investigadores, “ha representado el símbolo de la intolerancia, de la coacción del
enterramiento de la libertad de pensamiento en nombre la fe de la que sólo unos pocos
tienen el monopolio interpretativo”.
3
El Santo Oficio de la Inquisición fue creado por el
Papa Sixto IV mediante la b ula Exigit sincerae devotionis affectus.
4
Según indica la
tradición popular, el origen de esta institución se debió a un incidente protagonizado por
judíos conversos que pr acticaban sus creencias religiosas en la judería de Sevilla.
5
Precisamente, la acción de delatar y criminalizar supuestas prácticas religiosas contrarias
al dogma de alguna elite ha sido utilizada como arma, desde tiempos antiguos, contra
sectores considerados disidentes y peligrosos.
6
Este organismo ibérico obtiene su base jurídica de su predecesora, la Inquisición
medieval, creada en el siglo XIII. La también conocida como Inquisición española o
moderna, fue considerada un tercer poder de l Estado bajo el control de la Corona
española que gozaba de una jurisdicción de excepción, pues poseía injere ncia sobre
asuntos políticos y religiosos. Esta, a pesar de re sponder directamente a los intereses
monárquicos, nunca rompió relaciones con Ro ma y proyectó una enorme imagen
intimidatoria, infundiendo co n toda intención el terror, lo que significó un foco d e
recelo y d eseo por parte de la Iglesia y del Estado.
7
La Inquisición, fue diseñada con la
misión de velar por la pureza de la fe católica mediante la erradicación de la herejía
8
,
siendo esta la falta más grave dentro de la jurisprudencia canónica bajomedieval y
moderna temprana.
3
Ricardo García Carcel y Doris Moreno Martínez, Inquisición: Histor ia Crítica , Ediciones Temas de Hoy,
Madrid, 2000. p.45.
4
IbidI. en la pág. 31.
5
Ricardo Juan Cavallero, Justicia Inquisitorial: Sistema de justicia criminal de la Inquisición española ,
Grupo Editorial Planeta, Buenos Aires, 2003. pp. 33-34.
6
Entre los supuestos delitos cometidos por los judíos en la Península Ibérica se llegaron a mencionar:
traición, homosexualismo, blasfemia, infanticidios, asesinatos, envenenamientos y la usura. Henry Kamen,
La Inquisición española: Una revisión histórica. Editorial Crítica, Barc elona, 1999. p. 3 9. Cabe señalar
que los romanos culparon a los cristianos primitivos de faltas similares, con la intensión de erradicarlos.
Los primeros cristianos se vieron forzados a practicar su religión en el clandestinaje.
7
García Cárcel y Moreno Martinez, op. cit .p. 47.
8
Error en materia de fe sostenido con pertinencia.

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