Llamado a los valores

Por Cynthia López Cabán

cynthia.lopez@gfrmedia.com

Ante un recinto repleto de hombres y mujeres que profesan la fe cristiana y de turistas curiosos que entraron a observar el ritual religioso, el prelado también se pronunció en contra del aborto, la pena de muerte, la pobreza y la injusticia.

La ceremonia de las Siete Palabras comenzó al filo de la 1:30 p.m. mientras todavía lloviznaba en la ciudad capital. Como en años anteriores, varios laicos y religiosos leyeron y reflexionaron sobre las últimas Siete Palabras que pronunció Jesús durante su crucifixión, antes de morir, según el credo cristiano.

Uno por uno, los siete hombres repasaron las conocidas frases como "Perdónalos porque no saben lo que hacen", "En verdad te digo: desde hoy estarás conmigo en el paraíso" o "Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado", en prédicas que intentaban conectar a la realidad cotidiana.

González Nieves comentó sobre la quinta frase: "Tengo sed". Utilizando esta imagen, afirmó que el país muestra unos "síntomas" que delatan la "sed de Dios y de buena obras" que sufren los puertorriqueños.

Estos síntomas, según el prelado, son la terminación del embarazo, el abuso sexual, los divorcios, la desigualdad económica y la violencia doméstica.

"Esa crisis se manifiesta en el ojo por ojo, la soberbia partidista y la corrupción", dijo González Nieves.

Ante esa sequía, invitó a las personas a saciar su sed con la oración, la misericordia y el amor que habita en la enseñanza cristiana.

"Para que Puerto Rico no sea un país carente del agua viva de Jesús", insistió mientras Rebecca Rivera, de 12 años, sentada junto a su familia tomaba una foto de él con su celular.

La familia de Rebecca viajó desde Vega Baja para escuchar las Siete Palabras y participar de la Procesión del Viernes Santo.

"Somos cristianos practicantes y queremos infundirles a nuestros hijos que esta es una semana diferente y que no puede pasar inadvertida", explicó la madre de la niña, Amarilys Rivera, durante el receso previo al inicio de la Liturgia.

La familia se sentó en primera fila a un extremo del altar, desde donde seguían todos los rituales y las oraciones que encabezaba el monseñor.

En otra esquina del templo, donde descansan los retos de Juan Ponce de León, del primer gobernador...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR