De María Juana y otras Marías

SILVERIO PÉREZ

HUMORISTA

Establezco que yo nunca fumé ni necesité marihuana para estar feliz y porque la despenalicen no la voy a consumir. Tampoco he usado el tabaco, aunque es legal. El alcohol lo he consumido en actividades sociales, pero nunca lo he necesitado. Si hay que prohibir la marihuana porque supuestamente es el camino a otras drogas, entonces debiéramos prohibir la cerveza, porque por ahí comienzan los que eventualmente son alcohólicos. Falacias. Se trata de educación y punto.

El narcotráfico es uno de nuestros más grandes males. La mano dura, el arresto de grandes capos, las cámaras en todas las esquinas y la Guardia Nacional patrullando nuestras calles no han hecho mella en el mismo. La prohibición, como ocurrió con el alcohol en Estados Unidos, lo que ha logrado es hacer millonarios a los que controlan el negocio en la clandestinidad. Aproximadamente un 50% de los ingresos de los carteles de droga en Latinoamérica proviene de la marihuana.

Los gobiernos llevan más de 50 años tratando de controlar el tráfico de esta droga a punta de ametralladora y han fracasado. Si se legaliza la marihuana y el estado toma control de ese negocio, como se hizo con el alcohol, se le tumba ese 50% del negocio al narcotráfico. La legalización sería un duro golpe a la criminalidad y dejaría a muchos distribuidores de la droga sin trabajo. Por eso los capos coinciden con los puristas en no querer la legalización. Aquí ni de siquiera legalizarla estamos hablando, es de quitarle la carga criminal a su uso.

Hay que buscar datos científicos para no partir de percepciones. En Portugal se legalizó la marihuana y el número de adictos ha bajado a la mitad de lo que era en los noventa. También han bajado dramáticamente los niveles de violencia. Esto se debe a una mejor política de información y tratamiento. Allá llevan a los usuarios a un panel compuesto por psicólogos, jueces y trabajadores sociales en lugar de exponerlos ante un tribunal criminal. La solución está en la educación, no en la prohibición.

Muchos de los...

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