Abandona el BSN su cojera

Fernando Quiñones, presidente del BSN desde 2015, apoyado sin cortapisas por su antecesor Carlos Beltrán en su lucha eleccionaria con el abogado Ricardo Carrillo, debe haberse levantado ayer con una sonrisa del tamaño del Porta Coeli, ya que no progresaron ninguna de las tormentas en vasos de agua, ni los sonsonetes de mucho ruido y pocas nueces, transcurridos desde fines de 2018, iniciando hoy la temporada 91 tal como él quería: nueve franquicias y con tope salarial de $40 mil para los jugadores que no contaban con salarios mayores.El voto de huelga de la Asociación de Jugadores, justo y meritorio, se colgó por una sencilla razón: son más los canasteros que ganan menos de dicha suma y resultaba ilógico afectarlos con un paro en un certamen que vuelve a tener de favorito al campeón defensor, Arecibo, y con potencia de éxito a Bayamón, Quebradillas y Ponce, que ahora cuenta con Carlos Arroyo, que no cumplió su promesa de alejarse del BSN y participar en la Liga 3x3 de competidores retirados de la NBA, lo que tal vez haya causado malestar en la afición de Fajardo, su último equipo y ciudad natal, y en donde es ícono por derecho propio.Sin embargo...

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