Acordes de denuncia y reafirmación

Bien es sabido que hay melodías que se graban en la memoria atadas al recuerdo de determinada experiencia o momento. De ahí que exista la expresión de que una canción forma parte de la banda sonora de nuestras vidas.De la misma manera que en el marco de las manifestaciones públicas para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló, varios artistas han lanzado melodías en las que manifiestan su sentir al respecto, y las cuales han gozado de la aceptación del público, en el pasado la cultura puertorriqueña se ha apropiado de canciones que se convirtieron en la partitura de determinado suceso histórico.El género de la canción de protesta nació entre los años 50 y 60, y hasta la siguiente década cobró fuerza e impulsó a la fama a muchos de sus exponentes en Estados Unidos, Europa y América Latina. Pero no es menos cierto que también marcó a sus intérpretes en momentos de represión.Canciones como "Soy de una raza pura", un poema de David Ortiz musicalizado por Tony Croatto; y "No lo van a impedir (Creceremos)" de Amaury Pérez, con arreglo Pedro Rivera Toledo; se convirtieron en himnos durante los años 70 gracias a "La Voz Nacional", Lucecita Benítez. La primera, más que una denuncia, se trata de una poderosa reafirmación patriótica.Lucecita también incluiría en su repertorio la salsa "El aumento", un retrato sobre la opresión que sufre el obrero; así como "Madre coraje" y "Dame la mano", ambas de la autoría del cantautor español Víctor Manuel.Otra canción popularizada por la cantante bayamonesa "Oubao moin" tuvo una trayectoria más que interesante. Como señala Javier Santiago, director de la Fundación Nacional para la Cultura Popular. "Este es un poema de Juan Antonio Corretjer, musicalizado por Roy Brown, quien fue el primero en grabarla junto a...

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