Agente de transformación por medio del arte
Por Lilliam Irizarry
lilliam.irizarry@gfrmedia.com
Quizá por eso, cuando un año más tarde inició estudios universitarios en ingeniería química a instancias de su familia, se le iban los ojos detrás de cuanto estudiante con una gigantesca libreta de dibujo se cruzaba en su camino.
Hoy, graduada de un bachillerato en Artes Plásticas y otro en Teoría del Arte, ha puesto sus ojos, sus manos y su corazón al servicio del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), donde realiza trabajo voluntario desde el 2009.
"Si tengo que escoger entre un empleo que no me llene y hacer trabajo voluntario relacionado con el arte, por supuesto que escojo el trabajo voluntario", sostiene Gómez, quien todavía no ha logrado tener un empleo remunerado en la disciplina que estudió.
Al MAC llegó como una forma de tener contacto con las diferentes vertientes del arte y de conocer artistas. Cuenta que una vez puso el primer pie allí, reconoció aquella sensación de estar volviendo a casa.
"Sentí que el mundo del arte es mi mundo, que yo pertenezco a allí, que ese es mi hogar", manifiesta la joven de 24 años que realiza todo tipo de tareas en el museo, incluyendo asistir a los artistas, vigilar las salas de exposición y colaborar en los talleres de arte para niños.
Gómez ve el tiempo que dedica al MAC como su manera de ayudar a promover la cultura en medio de la crisis fiscal que arropa a la Isla. "El mundo del arte también está sufriendo esa crisis. Vemos cómo se sacrifica el área del arte para atender otros asuntos. Y al ver que se está golpeando tanto al mundo del arte, pongo este granito de arena por la cultura".
¿Que por qué mejor no dedica sus esfuerzos a ayudar personas sin hogar o mujeres maltratadas? Pues en realidad eso es precisamente lo que hace, pero de manera preventiva.
"A los campamentos normalmente vienen los hijos de los socios del museo, que sí tienen dinero, pero también trabajamos con niños pobres que becamos para tratar de integrarlos, para que no se sientan marginados. Desde aquí trabajamos con la inclusión social", sostiene sobre la imperiosa necesidad de frenar las desigualdades sociales como una manera de combatir muchos de los males que enfrenta nuestra sociedad.
Si con su labor voluntaria logra que uno de esos niños se apasione por el patrimonio nuestro, por nuestra cultura, eso es recompensa suficiente. "Ya yo estoy paga". Destaca, además, que desde el museo se...
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