"La alegría de ayudar a otros es algo emocionante"

Por Miguel Díaz Román

end.mdiaz2@elnuevodia.com

Una gesta heroica de proporciones inimaginables si se reconoce que Rosa Hilda es una ama de casa como muchas en Puerto Rico, que junto a su esposo procreó tres hijos. Pero Rosa Hilda es algo más. Es una dama sencilla que ha aprendido a disfrutar de lo más simple y espontáneo que ofrece la vida. Los cuadros que decoran su hogar y los muebles los compró en pulgueros y sus ropajes provienen de los almacenes del Salvation Army.

No es una postura asumida para dar crédito a una ideología. Es una forma de vivir que de manera intuitiva busca la empatía con la sobriedad, no como sacrificio para purificar el alma, sino como homenaje perpetuo al fenómeno irrepetible de la vida y de la naturaleza.

La casa está atestada de plantas aromáticas que despiden sus íntimos olores en distintos momentos del día y que atraen aves de diversas especies. En esos momentos Rosa Hilda se sienta a contemplar esos pequeños milagros en silencio. A sus 67 años y luego de una agitada vida en la lucha ambiental, que le permitió ganar el Premio Ambiental Goldman, conocido como el "Nobel Verde", Rosa Hilda se ha sumergido en una nueva etapa donde su vida es más contemplativa y reflexiva. Para que podamos compartir la perspectiva que dan los años de una vida vivida para ayudar al prójimo, Rosa Hilda nos ha permitido entrar a su casa y a sus pensamientos.

Ha dicho que se encuentra en un proceso de exploración personal y espiritual. ¿Tiene alguna conclusión?

Cuando llegas a cierta edad tienes una perspectiva más madura de la vida y en ese momento te das cuenta que la vida es muy corta y el hombre muy vulnerable y comienzas a preguntarte para qué estás aquí. En ese proceso me encuentro y he llegado a la conclusión de que lo que estamos viviendo no es el plan divino que Dios tenía para nosotros, que todo lo que estamos viviendo ha sido creado por nosotros.

¿Cuál esa su prioridad en este momento?

Estoy en un momento de la vida que quiero conocer más a Dios para poder ayudar a otros. No me quiero entretener en resolver problemas porque me doy cuenta de lo limitados que son los recursos humanos. Quiero fortalecer mi fe. La fe es la expectativa segura de cosas esperadas. Quiero fortalecer eso y confiar en que en su debido momento, Dios restaurará su orden y entonces sabremos para qué fuimos creados.

¿Se ha apartado de las luchas sociales?

Luchas sociales las tenemos todos los días. Una de las razones para yo entrar a la luchas sociales, en la lucha ambiental, es que yo tenía un deber cristiano de ayudar a mi comunidad. Pero llega un momento que uno tiene que luchar para ser una mejor persona y siendo una mejor persona puedes contribuir más a los demás.

¿Dónde nació? ¿Qué estudió?

Estudié en la Universidad de Puerto Rico donde hice un bachillerato en biología y en tecnología médica. No pude estudiar medicina porque mi familia era pobre. Yo nací en Santo...

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