Alerta con el fraude postal

Por Joanisabel González

joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

Eliezer Julián, inspector postal a cargo de identificar este tipo de fechorías, y otras similares, en la región de Puerto Rico e Islas Vírgenes estadounidenses, indicó que apenas el 2% de los casos de robo de identidad en Estados Unidos se producen directamente por el hurto de correspondencia.

En la Isla, el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS, en inglés) recibe aproximadamente entre 6,000 y 7,000 querellas al año y, de estas, algunas 2,000 podrían estar relacionadas con el hurto de identidad o actividades fraudulentas, explicó el funcionario federal.

Según Julián, el número es ínfimo si se considera que, en Puerto Rico, el USPS procesa un millón de piezas de correspondencia todos los días del año.

Empero, el oficial con casi dos décadas de experiencia en el tema señaló que, en tiempo reciente, ha notado una pequeña alza en los reclamos ciudadanos por hurto de identidad o fraude postal.

Asimismo, señaló que, al presente, en Puerto Rico hay diversos ardides en circulación y que muchos de estos combinan canales de comunicación, pues utilizan Internet, el teléfono y el servicio de correo.

El más común, dijo, es el fraude por giros falsos, que se inicia con algún tipo de correo electrónico y, posteriormente, el fraude termina de consumarse por el USPS.

Julián sostuvo que los consumidores pueden constatar la autenticidad de un giro postal a través del 866-459-2455 para corroborar el número de serie impreso.

Si cree que ha sido víctima de este tipo de fraude, debe notificarlo a la Policía de Puerto Rico y a la Comisión Federal de Comercio, a través de www.ftc.gov. Si el fraude o el hurto de identidad surge por el correo postal, debe radicarse una querella con la Policía Postal y para ello, puede llamar al 787-622-1670.

Fraude nigeriano

El ardid que involucra los giros postales ha sido bautizado como "el fraude nigeriano" porque se ha concluido que muchos de los correos electrónicos o los envíos tienen su origen en ese país y en el norte de África.

El fraude comienza con un pedido del estafador, quien haciéndose pasar por estudiante, comerciante o persona en apuros solicita ayuda a la víctima. También podría darse cuando la persona pone en venta algún artículo suyo por internet.

El timador indica a la víctima que enviará los giros por correo y que podrá quedarse con un porcentaje del dinero una vez lo cambie. En ocasiones, se solicita enviar alguna suma inicial por transferencia...

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