Álgido debate por la legítima defensa

La fotografía de Trayvon Martin recorrió el mundo y, para algunos, la imagen mediatizada del joven afroamericano de 17 años fue un encuentro estruendoso con la posible implantación de una ley que fue promovida como el legítimo derecho a defender la vida de uno sobre “el otro”, sobre “el intruso”. Abruptamente, se presentaba ante el público las vulnerabilidades de esa legislación. Ese otro puedo ser yo, ese otro puede ser mi hijo, ese otro puede estar indefenso.

Desde que en 2005 el estado de Florida aprobó la legislación conocida como “Stand Your Ground”, más de dos decenas de estados en Estados Unidos han aprobado estatutos similares, que han expandido el concepto de legítima defensa o autodefensa. Esas leyes amplían las circunstancias en que una persona puede usar un arma de fuego para defenderse sin responsabilidad penal.

Ese enfrentamiento, amparado en lo que se conoce como la “doctrina del castillo”, puede ser hasta con fuerza letal. En algunos estados, incluso, la autodefensa está protegida si el incidente se origina lejos del hogar, en lugares públicos en los que la persona amenazada siente derecho a estar.

Aunque los beneficios y prejuicios de estos estatutos han sido fuertemente discutidos desde los dos polos de la controversia, la polémica no ha sido un disuasivo para su expansión en la jurisdicción estadounidense, en la que, en 2012, la muerte a tiros del desarmado Martin, a manos del vigilante George Zimmerman y quien alegaba se defendió, generó protestas en varias ciudades.

Legislan en la isla

En Puerto Rico, al cierre de la pasada sesión, se aprobó el Proyecto del Senado 39, de la autoría del presidente de ese cuerpo, Thomas Rivera Schatz, que añade un nuevo artículo al Código Penal para “garantizar al pueblo su derecho a defenderse legítimamente en su morada, vehículo u otros lugares dispuestos por esta ley”.

“¿Alguien, algún periodista en Puerto Rico, va a argumentar que si alguien me apunta con una pistola a mí o mis hijos, para bajarme de un vehículo como hemos visto en tantos carjacking, no deba haber esa herramienta para defenderme, es la pregunta que yo me hago”, señaló Rivera Schatz.

Hoy día, un acusado en Puerto Rico puede levantar la legítima defensa, como eximente de responsabilidad penal, sin que exista ninguna o casi ninguna disputa pública en que un ser humano tiene derecho a proteger su vida y particularmente defenderse en su espacio familiar.

El proyecto extiende esa presunción, basada en elementos específicos...

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