Las amigas 'chupasangre'

Por Caramía

Es que siempre tiene una respuesta adecuada para todo. No importa cuál es mi trauma. Sea gastronómico (¿se acuerdan del chef?), musical, intelectual, y hasta pasional, el gran Maximus me ilumina con su sabiduría. Es algo así como mi sensei.

Como les contaba coincidí con él en el 'party'. Sabía que estaría en la actividad y que iría acompañado de una chica con la que estaba muy entusiasmado.

Me sorprendió verlo solo. Guapísimo, como siempre. Y por primera vez, desde que somos amigos, lo noté atribulado, también molesto. Tan pronto noté su incomodidad le pregunté qué le había pasado.

"Un novelón, Cara", dijo, antes de empezar a contar este único culebrón capaz de poner los pelos de punta al más audaz de los mortales.

"Soy toda oídos", contesté, margarita en mano y no sin antes hacerle una seña con la cabeza a un caballero de lo más elegante que había visto minutos antes. "La amistad es lo primero", me repetí casi cien veces para convencerme que puede más el amor y el aprecio que el interés y las hormonas.

Me contó Maximus que la chica en cuestión le gustaba mucho y que fuera de una que otra salida al cine, esta era la cita que esperaba para empezar a salir "seriamente" con ella.

Con lo que no contaba mi amigo es que la susodicha llegaría con un mar de amigas que se ocuparon de condenarle la paciencia. Es más, se hizo eco de las imprudencias, provocando que Maximus se levantara y diera por terminado el encuentro.

Me contó que lo primero que lo incomodó fue verla llegar con este séquito. Siete en total. Y con la chica... ocho. Todas "fabu", a lo Sex in the City. Riéndose como hienas en celo y...

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