A más árboles, menos crimen

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

En términos generales, la investigación, que tuvo lugar en Portland, Oregon, desde enero de 2005 hasta diciembre de 2007, encontró que los árboles de gran tamaño obstruyen menos la visión que los pequeños. La copa de un árbol es la parte que suele obstaculizar la visión y los árboles de gran tamaño tienen copas más elevadas.

En cambio, los árboles pequeños (tres pies o menos) tienen copas más bajas que obstaculizan la vista, por ejemplo, desde una ventana ubicada en el primer piso de una casa. Los autores del estudio (Geoffrey Donovan y Jeffrey Prestemon) hallaron, además, que los árboles pequeños pueden servirle de escondite a criminales.

"En nuestra experiencia, una objeción a los árboles urbanos en Puerto Rico es la oscuridad nocturna y el crimen. Ese argumento desaparece con el espaciamiento adecuado de los árboles, lo que entonces no permite disfrutar de sus múltiples beneficios", opinó Ariel Lugo, director del Instituto Internacional de Dasonomía Tropical.

De hecho, el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Daniel Galán, informó que de los 1,660 permisos de corte de árboles recibidos en la agencia desde el 2009 hasta el presente, entre un 30% y un 35% está atado a asuntos de seguridad.

"Recibimos muchas quejas por la interferencia de los árboles con las luminarias en las avenidas principales. Entre un 35% y un 40% de los permisos de corte está atado a que las raíces de los árboles están levantando aceras o afectando tuberías de agua o electricidad", dijo.

Durante el período que duró el estudio, se reportaron 431 crímenes (394 a la propiedad y 37 violentos) en las 2,813 unidades de vivienda que integraron la muestra. Los delitos más comunes fueron robo y vandalismo.

Los autores utilizaron la teoría de "la ventana rota" para explicar que los árboles pueden enviarle mensajes a los criminales: si están bien cuidados dan la impresión de que la residencia en la que crecen está bien vigilada. La teoría de la ventana rota (1982) parte de la premisa de que el crimen es el resultado inevitable del desorden.

Para el...

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