El asesinato de un amigo

Andrés Barbeito Vidaillet

Desgraciadamente nuestra Isla dejó de ser el país del ¡Ay bendito!, la Isla del Encanto para ir por la ruta imparable de la Isla del Espanto.

Nuestra apatía como pueblo es de tal magnitud que ya ni nos conmueven estos hechos y aceptamos como una manada de corderos el millar de asesinatos que suceden en nuestra Isla cada año. La mayoría de estos entre sicarios, pero en los que desafortunadamente mueren gran cantidad de personas inocentes, incluidos muchos niños.

La muerte de Julio me duele como si fuera la de un hijo porque laboramos juntos por varios años y nunca tuve que llamarle la atención porque hacía su trabajo con mucha dedicación y esmero, ejemplo de los valores que tenía.

¿Qué podemos hacer con estos asesinos que matan sin piedad a personas inocentes? ¿Perdonar o exigir justicia? ¿Merecen vivir estas bestias que se benefician de nuestras leyes lenientes y de la impunidad con que cometen sus crímenes?

Como ciudadano exijo la celebración de un referéndum donde se dilucide la posibilidad de implantar la pena de muerte. Los "expertos" en la materia dicen que esto no es un disuasivo para evitar los asesinatos, pero yo sí estoy seguro de que es un...

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