Ataque aéreo contra el dengue
Por Rut N. Tellado Domenech
rtellado@elnuevodia.com
Para encontrar potenciales criaderos, el municipio de Bayamón utiliza un helicóptero desde el que su personal identifica piscinas con agua empozada y sin mantenimiento que no podrían ver recorriendo las calles.
"En el 2007 fue el primer año que lo hicimos. Ese año hubo una escalada de dengue bastante agresiva", indicó ayer alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz.
"Entonces, nos dimos a la tarea de ver cómo podíamos ser mucho más creativos en ayudar al Estado a controlar el dengue. Dijimos: 'Si nosotros tiramos fotos aéreas de nuestros proyectos, por qué no aprovechamos los viajes y vamos identificando desde el aire lo que no podemos identificar desde la tierra'", explicó el primer ejecutivo municipal.
Los viajes en helicóptero se hacen durante los periodos de alta incidencia del virus. El Nuevo Día participó ayer de un recorrido que sobrevoló la carretera 167 desde Plaza Río Hondo hasta zonas cercanas a la Universidad Interamericana, Recinto de Bayamón, y la avenida Santa Juanita.
Junto al piloto Josué Vega, el fotógrafo Luis Verdiales (presidente de Aerial Imaging, Inc.) y el ingeniero Luis Cortés, director de Diseño y Construcción del municipio, este diario partió ayer en la mañana desde lo que serán las nuevas instalaciones de la oficina municipal de Manejo de Emergencias, cerca de la planta de Goya.
Así inició un vuelo sobre las urbanizaciones Río Hondo I y II, donde fueron divisadas las primeras casas con potenciales criaderos. "Acércate, que ahí hay una", advertía Verdiales al piloto, que daba varias vueltas a la residencia señalada para poder captar imágenes e identificar el lugar donde se encuentra.
El helicóptero continuó su ruta hacia el sur, alejándose de la costa que se divisaba desde la altura. "Esto es un problema que afecta a cualquiera. Puede haber una piscina así en una casa de $300,000 como en una de $40,000", dijo Verdiales mientras documentaba más casos en hogares más cercanos al centro comercial Plaza del Sol.
El ingeniero Cortés guió luego el recorrido hacia zonas como Panorama, Cerro Gordo y Santa Olaya en la búsqueda de potenciales criaderos escondidos entre la vegetación. El equipo siguió haciendo su trabajo con el puente atirantado de Naranjito como telón de fondo.
La primera parte de la ruta culminó en el Bayamón Soccer Club, donde aterrizó el helicóptero alquilado por el municipio. En 45 minutos de viaje se identificaron una decena de piscinas sin...
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