Sin atender la maternidad precoz

Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

Pero el desconocimiento se agudiza si se considera que la gran mayoría de los puertorriqueños, e incluso algunos países internacionales, no saben que existe una Carta de Derechos Sexuales.

Estos fueron al menos dos de los tópicos discutidos en el IV Congreso Mundial sobre Derechos de la Niñez y la Adolescencia celebrado desde el lunes hasta mañana en el Hotel Sheraton de Miramar.

En dicho foro, la trabajadora social y sicóloga Zoraida Avilés elaboró sobre "La construcción y los significados de la maternidad en la adolescencia: retos para una política social más justa".

Mientras que la abogada Patricia Otón Olivieri habló sobre "Los derechos sexuales como derechos humanos aplicables a los y las menores".

Avilés, catedrática asociada de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, basó su presentación en los hallazgos de una investigación que hizo entre el 2009 y lo que va de año, con jóvenes madres y adolescentes embarazadas en la organización no gubernamental Casa Aurora, ubicada en Camuy.

"Hay que entender que para ser una persona plena no necesariamente tiene que ser a través de la maternidad y mucho menos a través de las circunstancias en las que se da. También hay que deconstruir el valor que le asigna la sociedad a lo que significa ser mujer, que no necesariamente es a través de la maternidad", dijo Avilés recordando que la mayoría de las adolescentes que se embarazan carecen de reconocimiento, seguridad, apoyo y autoestima. Recordó que estas percepciones equivocadas se producen en parte porque vivimos en una sociedad patriarcal.

"La realidad es que la construcción de la maternidad en estas jóvenes es muy sólida. El embarazo significaba su realización como mujer, son embarazos muy bienvenidos", dijo Avilés explicando que en la mayoría de las adolescentes entrevistadas sus generaciones previas también fueron madres en la adolescencia.

Además, dijo que el embarazo es bienvenido porque sus bebés les dan un sentido de pertenencia que no tenían. Esta experiencia las hace sentir orgullosas y realizadas, ya que en su mayoría pertenecen a una población de bajos recursos, dijo Avilés.

De hecho, Avilés compartió que le fue imposible hacer algún tipo de estudio con adolescentes embarazadas de nivel social medio o clase alta, un renglón poco estudiado precisamente por el hermetismo que lo caracteriza.

Ahora bien, respecto a sus derechos, estas adolescentes sólo hablaban del programa WIC, el programa de...

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