Aumenta el número de daños

UTUADO.- Jorge Martínez regresó a su natal Utuado hace más de 26 años después de trabajar en una fábrica en Estados Unidos y desde entonces, la naturaleza -que tantos placeres le ha dado- se ha ocupado también de darle varios golpes, el más reciente la pérdida de su casa, la misma que estaba por cumplir 20 años de construida.La residencia de dos plantas en el barrio Viví Abajo está en pie, pero el soporte que le da la primera planta está destrozado. Las paredes y columnas tienen huecos y grietas por todas partes, los pedazos de paredes, techos y losas desprendidos están tirados por todo el primer piso. La escalera que conduce al segundo piso está suelta, un empujón y caerá al suelo.El 7 de enero, esos escalones los corrió lo más rápido que sus adoloridas rodillas le permitieron cuando, desde el primer piso en el que estaba, veía caer los pedazos de su residencia e intentaba hacer que su hija y nieto, ubicados en la segunda planta, salieran del armario en el que se escondieron para pasar el terremoto.El terremoto de 6.4 lo sintió fuerte y quedó encerrado con su esposa Elizabeth Negrón en un área de la primera planta de la que pudo salir a través de una puerta trasera. Sin embargo, el temblor de 5.6 de magnitud, ocurrido ese mismo día, fue el que causó los mayores destrozos, según narró a El Nuevo Día."Eso fue como si alguien hubiera tirado una bomba. Fue una cosa increíble", recordó el utuadeño, a quien más inconcebible le parece que la ajustadora de su seguro le haya dicho ayer que la segunda planta puede ser reconstruida, lo que contrasta con las cintas de seguridad y la recomendación de demolición que, según dijo, le hizo el ingeniero de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias que vino a inspeccionarla.Don Jorge solo respira y dice que hay que seguir hacia adelante. Así lo hizo cuando el huracán Georges le destrozó su finca agrícola y cuando el huracán María derrumbó la vivienda, contigua a la suya, en la que vivían su hija, su nieto y su yerno.Cuando el ingeniero le dijo que su casa debía ser demolida, el agricultor retirado pensó que "es la vida de uno completa la que se va. Esto es lo único que yo tenía".Empezar de nuevoMás arriba de la casa de don Jorge, está la residencia de su hermano José Martínez y de su cuñada Miriam Montero. Los dos asalariados retirados vieron cómo en unos segundos se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR