La bariatría no es ajena a los niños

A los 12 años, su peso alcanzaba las 350 libras. Los problemas de movilidad, diabetes y dificultades respiratorias se sumaban a un estado anímico decaído y vulnerable como consecuencia de las burlas a las cuales lo sometían sus pares en la escuela.

Durante años, el niño había seguido un patrón alimentario incorrecto. Su abuela lo complacía con hasta tres platos de comida en una tarde y, con frecuencia, lo premiaba con golosinas.

Un día, en un momento de distracción de sus abuelos, el niño tomó un dinerito de sus carteras para comprar dulces. La comida se había convertido en su adicción. La situación, al igual que su peso, se volvió inmanejable.

Agotadas las alternativas, acudieron a la bariatría, una rama de la medicina que quizás pocos vinculan a la niñez.

“Era un niñito que había tenido que envejecer por las circunstancias en las que estaba”, recordó Ana Santos, cirujana bariátrica, sobre uno de los menores que ha tocado a su puerta.

Aunque su práctica va dirigida exclusivamente a adultos, recibe mensualmente para evaluación uno o dos niños con obesidad extrema o mórbida. “Estamos viendo muchos pacientes de 12, 13 y 14 años”, precisó.

Según datos del Youth Risk Behavior Surveillance System, del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), para el 2015, el 11% de los niños y niñas entre los dos y cinco años en Puerto Rico eran obesos. La misma encuesta arrojó que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adolescentes en la isla era de 25%. Esta información fue provista por el Departamento de Salud, cuyos datos internos más recientes sobre el tema datan del 2013.

No obstante, el panorama sobre casos de obesidad extrema en la población pediátrica puertorriqueña es incierto, pues Salud no cuenta con estadísticas específicas en ese renglón.

Lo que sí resulta manifiesto es el pedregoso camino que tienen que enfrentar los menores y sus familias que ven en la bariatría una alternativa de bienestar.

TRASLADO FORZOSO

Ni el Instituto de Cirugía Avanzada y Control de Obesidad que lidera Santos en Cayey, ni ningún otro de práctica similar en Puerto Rico se especializan en procedimientos de bariatría en niños.

En el Instituto reciben, en cambio, asistencia de psicólogos, cardiólogos y nutricionistas, entre otros profesionales de la salud, para intentar ayudarles a alcanzar un peso saludable y manejar condiciones de salud exhibidas en su corta edad, como diabetes, enfermedades de tiroides o presión alta, explicó...

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