por su barrio
La Universidad Sagrado Corazón (USC) se quedó sin corazón, porque lo lanzó a la calle a marchar. No, no fue en la Milla de Oro, sino en su propio barrio, uno que ya fue legalmente declarado zona histórica (Ley 29-2014).
Suena a cliché y hay redundancia, pero la mención es válida, ya que lo privado no está exento a lo público.
El evento, que incluyó estampas teatrales interpretadas por la compañía “Y no había Luz”, comenzó a las 3:00 p.m. en la entrada de la institución.
Allí se congregaron estudiantes, miembros de la comunidad universitaria, exalumnos y vecinos de la urbanización.
Bajo la sombra de las caobas dominicanas, un eucalipto y la escultura del Jesús de la Misericordia, arrancó la jornada de alegría con repaso histórico liderado por Sef y Frank, de “Y no había Luz”.
Los actores recordaron al personaje histórico Pablo Ubarri y Capetillo, conde de San José de Santurce, oriundo de la localidad de Santurtzi, en la provincia de Vizcaya.
De hecho, los predios de la USC y parte del núcleo histórico del Sagrado Corazón eran conocidos como “Altos de Ubarri”, pues era él su dueño.
Dicha finca pasó a ser propiedad de la Congregación de las Madres del Sagrado Corazón de Jesús en Puerto Rico, quienes fundaron el Colegio de las Madres que luego evolucionó fundándose la USC.
“Estos portones en el pasado fueron una loma, la loma de don Pablo Ubarri, donde el poder regía sobre cualquier otro criterio, y ahora surgen preguntas, respuestas, interpretaciones y propuestas. Una universidad que se integra a la comunidad con jóvenes, con ideas, sueños y nuevas voces”, dijo Sef.
Tras la introducción, miembros de TeatrUSC presentaron la obra “Blanco y Negro, Negro y Blanco”, que puso en contexto los contrastes del progreso de la comunidad cangrejera.
De blanco, de negro y de todos los colores salieron los invitados junto a los alumnos y actores. Se fueron “pa’fuera, pa’ la calle”.
Y al Jesús de la Misericordia se encomendaron muchos, ya que el sol ardía sin aguacero de mayo que fuera a caer.
Detrás de la tumba coco cangrejera, llovieron los paraguas partiendo el sol por la calle San Antonio.
Los marchantes subieron por la calle Sagrado Corazón dejando atrás la centenaria Casa Dharma, a son de la banda de “Y no había Luz”, que animó a los rostros que se asomaban por balcones y ventanas.
En el #506, se detuvo el rumbón para homenajear a la poeta Nimia Vicéns con el recital de algunos de sus poemas en voz de los estudiantes.
De paso, Sef recordó que Vicéns fue...
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