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Es nuestro deber como ciudadanos de países democráticos, o que aspiran o se dicen serlo, criticar todos los gobierno totalitarios o que así lo parecen.

Debemos hacer lo con el mismo fervor que lo hacemos en contra de Donald Trump. Sabemos que los países tienen derecho a la autodeterminación. Pero la comunidad internacional debe ser solidaria con los abusos o discrímenes.

Por ejemplo, el discrimen y malos tratos de algunos países, africanos o de Medio Oriente, que mutilan genitalmente a las mujeres o las sentencian a muerte por ser víctimas de violación. O los que se cierran periódicos y medios de comunicación para silenciarlos. Por ejemplo, en Cuba la Constitución prohíbe que haya un partido opositor. La dictadura de los Castro que lleva más de seis décadas con unas curiosas elecciones en las cuales no hay partidos contrarios.

Claro, reconociendo cambios económicos y mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos gracias a Obama. Lamentando los retrocesos en todos los renglones con el actual presidente de Estados Unidos.

En Venezuela es un poco complicados, aunque algunos no estemos de acuerdo, tenemos que aceptar que el gobierno de Chávez y el de Maduro en sus comienzos...

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