Incrédulos ante una cadena de tragedias

Por Sandra Caquías Cruz

scaquias@elnuevodia.com

La familia de Castro Rodríguez, oriundo del barrio Duey, en un apartado sector rural de Yauco, se mostró sorprendida ayer al recibir la noticia de que el hombre decidió ahorcarse el martes.

"No esperábamos esto. Nos parece increíble una cosas así. Jamás. Nunca se pensó que hubiese un caso así en la familia", expresó Monserrate Caraballo, prima de Castro Rodríguez.

Indicó que la mamá del occiso, Lilliam Rodríguez, no se encontraba en Clevaland al momento de informarle el deceso de su hijo. La mujer había viajado a la residencia de una hermana en Pennsylvania para poder lidiar, según Caraballo, con la depresión que le afectó tras enterarse del crimen que había cometido su hijo. "Ella está pasándola bien mal", dijo.

Caraballo, cuya familia mantiene comunicación con la madre del raptor, dijo que "a él lo iban a mudar a una cárcel bien lejos, que la familia no iba a poder ir a verlo".

Los restos de Castro Rodríguez, según solicitó, serían cremados. "Él había hablado con los abogados que si moría lo cremaran", dijo Caraballo, quien insistió en que "jamás y nunca pensé que iba a pasar una cosa así".

Mientras, Israel Caraballo lamentó que su primo, el que nunca conoció en persona, decidiera suicidarse. "Creo que él perdió el alma al tomar esa decisión... perdió su alma y ya todo el mundo sabe para donde va", apuntó.

El joven resaltó el sufrimiento que ha sido para la familia, en especial, la más cercana, todo lo que ocurrió, primero enterrase de que uno de los suyos mantuvo secuestrada a las...

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