Calvario sin fin en la Uniformada

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

Para la mayor parte de los policías, salir a trabajar en un país donde se proyecta para el 2013 una tasa de 23 asesinatos por cada 100,000 habitantes es un gran riesgo con recompensas que usualmente no van más allá de la simple vocación por la ley y el orden.

Según varios policías y expertos en criminología consultados, los retos de la Policía comienzan ahí: con el trato que les dan a los propios miembros de la fuerza.

El ajuste salarial, honrado parcialmente por el exgobernador Luis Fortuño, simplemente puso fin a la paridad entre los salarios de un agente de nuevo ingreso a la Policía y lo que cobraba uno de más de ocho años de experiencia, explicó Edwin Robles, presidente del Concilio Nacional de Policías (Conapol). Pero en la ecuación de justicia laboral queda mucho por hacer por los miembros de la Uniformada que celebran desde ayer, domingo, la Semana de la Policía.

Es un asunto que llega a la misma eficiencia policial, ya que muestra poca reciprocidad del Gobierno con los miembros de la fuerza, según Jaime Morales, director ejecutivo de la Corporación de Policías y Seguridad (COPS).

Es un problema que se arrastra desde hace muchos años y que actualmente está apaciguado por la promesa electoral de la administración del gobernador Alejandro García Padilla de pagar lo adeudado.

A inicios de febrero, el superintendente Héctor Pesquera reveló que la Policía les debe a sus miembros alrededor de $ 150 millones por concepto de ajuste salarial, vacaciones y retiro.

Estimados de organizaciones profesionales de policías, sin embargo, han calculado esa cifra en más de $ 200 millones.

Según el coronel Reinaldo Bermúdez, director de Operaciones en la Oficina del Superintendente, existe un compromiso real de pagar lo adeudado.

"El propio gobernador y el superintendente han sido enfáticos en esto... Yo entiendo que la Policía está haciendo el trabajo. Para mí, eso es señal de que la moral está alta en estos momentos", dijo Bermúdez.

Según el coronel, la Policía en los últimos meses ha trabajado intensamente con los pagos por concepto de horas extras laboradas por los policías, desembolso que por años ha sido un dolor de cabeza para la Uniformada. El director ejecutivo de COPS, sin embargo, alegó que los problemas continúan a juzgar por las quejas que reciben. En el pasado estas deficiencias se han traducido en protestas de brazos caídos por partes de miembros de la Policía.

"Con esta adversidad, cuando...

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