El soñador que cambió la política

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

Hoy, Rogelio Figueroa García tiene 49 años, pero mantiene ese rasgo de su personalidad. Sigue buscando formas creativas, o simplemente lógicas, de hacer lo que entiende que se debe hacer. Como los niños, cuestiona de manera cándida lo que cree que está mal, dice lo que piensa sin mucho adorno y se ríe de solo recordar anécdotas de sus primeros pasos en la política.

Pero -entre las risas y el discurso de unidad y de justicia con la gente y con el ambiente-, deja ver al adulto persistente que cree tener una propuesta viable para mejorar al país y que la defiende con firmeza, aunque muchos lo puedan catalogar como soñador de imposibles.

Así lo definieron muchos en el 2008, cuando sorprendió al inscribir Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR) como un partido con una fórmula distinta, que no asumía una postura sobre el status. La colectividad no quedó inscrita, pero recibió el voto de 53,693 personas. Más de lo que sacó el Partido Independentista Puertorriqueño.

Y volvió a inscribirse con una plataforma de gobierno centrada en la autosuficiencia, en áreas como la generación de energía y de alimentos, así como en la creación de riqueza local.

Natural de Naguabo y criado en una familia extendida en la que sus ocho hermanos se unían a primos y tíos que vivían en su casa por temporadas, Figueroa estudió ingeniería química con el fin de convertirse en piloto de las Fuerzas Armadas. Pero el dolor que sufrió luego de una afección de salud que lo llevó al quirófano lo hizo repensar su meta y se empleó en la industria farmacéutica.

La destrucción de una montaña que veía camino a su trabajo por parte de una constructora lo llevó a insertarse en grupos que defienden la protección del ambiente, y de ahí a impulsar la fundación de un partido.

Con su estilo de hablar, como si hiciera un cuento, Figueroa recuerda que para los 90 "noto que los grupos ambientalistas están peleando contra el Gobierno y voy a la lógica y digo: 'Si el que me está gobernando es el que está causando este problema, pues hay que cambiar el gobierno'. Renuncio a la farmacéutica porque quería formar el partido y, como en aquella época hacían falta los abogados (para notarizar los endosos) y hacían falta dos millones de dólares, dije: 'Voy a buscar dos millones de dólares haciendo una empresa', así fue".

Al fundar el PPR, tenía tres empresas: A New Vision of Knowledge (Anovis), Ecourbana y Professional Documentation. De esas surgió una de las primeras controversias públicas que enfrentó, por ubicar la oficina del PPR en el mismo edificio de sus compañías.

Ahora la controversia ha sido otra: endosos supuestamente firmados por personas fallecidas. Y, aunque el PPR fue certificado como uno de los seis partidos que participarán en las elecciones, todavía la querella...

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