Centro BÁVARO

Alemania

Por Mariana Lafont

Por otro lado, Munich es una destacada ciudad estudiantil que alberga dos importantes universidades: la LMU (Ludwig-Maximilians-Universität München) y la TUM (Technische Universität München). Si bien es la tercera ciudad más grande de Alemania -después de Berlín y Hamburgo-, esta ciudad de cuento y moderno centro económico, es líder en calidad de vida. Basta caminarla para comprobarlo. Edificaciones bajas y armónicas permiten la entrada del sol, el transporte público es excelente (como en todo el país), hay espacios verdes y predominan buenas dimensiones - la ciudad no es ni gigantesca ni muy pequeña-, ideal para bicicletas que pueblan las calles incluso con muy bajas temperaturas.

El río Isar atraviesa la ciudad y en su curso hay varias islas, como la Museumsinsel (Isla del Museo) así llamada por albergar el Deutsches Museum (museo de ciencia y tecnología alemana), uno de los más visitados de Europa. Además basta ir a los alrededores de Munich para estar en contacto con la naturaleza con numerosos lagos como el Ammersee, el Wörthsee y el Starnberger See y los Alpes al norte.

En pleno centro de la ciudad, el Englischer Garten es uno de los mayores parques públicos de Europa. En invierno tiene cierto encanto nostálgico al ver sus grandes praderas atravesadas por un arroyo con muy poca gente, solitarios, algunos corredores y alguien que pasea a su perro. Aquí se encuentra la peculiar Torre China, reconstruida en 1952 luego de sufrir los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Erigida a fines del siglo XVIII, esta torre de 25 metros de alto -basada en la Gran Pagoda del Jardín Botánico de Londres- era un antiguo punto de encuentro para los estudiantes de la ciudad. Hoy sigue siendo punto de reunión para disfrutar el aire libre y comer algo rico.

El territorio de la católica Baviera fue habitado, en sus orígenes y antes de ser llamada de ese modo, por celtas y romanos. Su denominación surgió a partir de la llegada de un pueblo germánico (Baiovarii) en los siglos V y VI y que luego perdió el dominio de la región ante los francos. Luego la dinastía de los Wittelsbach gobernó el territorio ininterrumpidamente durante siglos hasta 1918 cuando fue proclamada la República de Weimar. En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, Munich fue gravemente dañada pero, durante las décadas posteriores, se fue reconstruyendo cuidadosamente y, una vez finalizada la guerra, Baviera se integró a la República Federal de Alemania.

El...

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