Comparte sus milagros

NUEVA YORK. - En los objetos que se heredan, en esos donde residen la memoria y la nostalgia, hay significados de siempre, los que surgen instantáneamente y esos que con el tiempo, toman forma. A Ángel Otero, el artista puertorriqueño radicado en Nueva York, le sucedió algo así a través de una figura de madera -un niño Jesús vestido con varias chapas conocidas como milagros- que heredó de su bisabuela.La costumbre de ofrendar milagros metálicos a santos de palo se practicó en todo Puerto Rico, de acuerdo con el folclorista y coleccionista Teodoro Vidal. Así lo establece el autor en "Los milagros en metal y en cera de Puerto Rico", el libro que Otero tiene en una esquina de su estudio en Bushwick, Brooklyn."Desde antes de mi bisabuela fallecer, esa figura en su casa me resultaba bien rara", recuerda Otero de su fascinación de siempre por objetos curiosos y de esa figura que hoy es uno de los ejes de su nueva muestra, titulada "Milagros".A días de presentar la exposición en la galería Lehmann Maupin en Manhattan -a celebrarse del 7 de marzo al 20 de abril- Otero contempla entre entusiasmo y rigor la serie de pinturas abstractas que ha creado para esta nueva entrega.Entre ellas hay capas que parecen pieles y espacios en el lienzo que actúan casi como secretos. Alguna tiene detalles con la pajilla de esos sillones que son tan claves en el hogar puertorriqueño y otra, por ejemplo, exhibe pedazos de un mantel.Son como unos acentos de la historia de Otero, pero también la de muchos otros. "Quise darles este toque personal, como ‘flashes’ que la persona quizás los puede notar de lejos pero al acercarse tiene esta introducción a algo literal", dice al acercarse a una pieza y contemplarla como un maestro exigente que espera algo de su aprendiz.Si bien cada cual puede reaccionar a estas obras como quiera, el santurcino -que obtuvo su bachillerato y maestría en Bellas Artes de la Escuela de Arte del Instituto de Chicago- ofrece esos momentos "para crear un diálogo" con el espectador.Las pinturas impactan por su paleta, su tridimensionalidad y también porque parecen tapices. Cada una cuelga de una barra de madera, y parecen piezas suspendidas en el aire en lugar de lucir como cuadros contra una pared. Parte del origen de estos "Milagros" radica en el proceso creativo que conduciría a su exhibición de 2017, "Elegías", en el Museo de Arte del Bronx, su primera muestra institucional.Hace unos años, Otero sintió cansancio del collage y la reglamentación del...

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