Compleja ruta para la recuperación

Puerto Rico necesita comenzar a adoptar políticas públicas basadas en la evidencia, hacer cambios drásticos a sus instituciones para que ello dé certeza a los individuos y las empresas con negocios en la Isla y, sobre todo, entender que el trago amargo que le espera a la gente no producirá resultados inmediatamente.

Eso indicaron los economistas Andrew Wolfe y Joaquín Villamil, quienes confirmaron ayer a El Nuevo Día que el estado de la economía, junto al programa de austeridad que se contempla en el plan fiscal -y que recién aprobó la Junta de Supervisión Fiscal (JSF)-, podrá resultar en una contracción anual de la economía en el orden de 4% por los próximos dos años.

Dicho de otro modo, Puerto Rico todavía no ha visto la peor parte de la crisis que ha vivido por los pasados 12 años, y que ahora entra a una etapa crucial con la pronta expiración de la protección contra litigios establecida por la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA).

De hecho, esta baja, si se concreta, implicaría que la Isla ha perdido en las últimas dos décadas casi el 30% de su economía, expuso el economista Gustavo Vélez, quien compartió con Wolfe y Villamil los primeros turnos de ponencias en la sexta reunión pública de la JSF, celebrada ayer en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, en Miramar.

Las cosas no quedan ahí. Villamil expuso que, de concretarse las proyecciones, la contracción económica no dará señales de apaciguarse hasta 2020. Es decir, la economía seguirá cayendo, pero a menor velocidad. La expectativa es que el Producto Nacional Bruto real no pasará a terreno positivo o de crecimiento económico hasta después del año fiscal 2025.

Encomienda incompleta. “Estamos bien conscientes de que, sin un desarrollo económico robusto, a nosotros nos va a ir mal como pueblo”, admitió, por su parte, el presidente de la JSF, José Carrión.

“Olvídense hasta de la Junta”, añadió, al ilustrar las limitadas funciones de este organismo creado por el Congreso para salir de la crisis, sin que se diera a Puerto Rico ningún otro mecanismo para estimular la economía.

Carrión hizo hincapié en este asunto varias veces durante la reunión. Recalcó, por ejemplo, que las funciones de la JSF se enfocan principalmente en la supervisión de los ingresos, gastos, la deuda y el flujo de efectivo. El único componente que puede incidir directamente en el desarrollo económico está en la figura del coordinador de revitalización, con su...

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