El COVID-19 amenaza con destruir al comercio

Ni siquiera el huracán María logró azotar con tanta fuerza al sector comercial como lo ha hecho el temido virus del COVID-19. La amenaza de este enemigo invisible es tal que podría eliminar una cuarta parte, y hasta más, de los comercios en Puerto Rico, sobre todo pequeños y medianos negocios (pymes)."El impacto ha sido significante", afirmó Gerónimo Guevara, propietario del negocio Lavanderiapr.com en la calle Loíza. Ya sea por miedo o por precaución, la gente ha reducido las salidas, lo que le ha ocasionado una merma de clientes de entre 25% y 30%.La restricción en los horarios, el cierre los domingos y la limitación que impone el gobierno al número de personas dentro de cada local, todas ellas como medidas de precaución, está provocando pérdidas en la operación de muchos comercios pequeños. En el caso de Guevara, la reducción de ingresos va por 30%."Ahora lo que puedo permitir son 10 personas máximo, antes podía tener hasta 30 simultáneamente. Los ‘weekends’ es cuando tenía más clientes, pero la orden (ejecutiva) no deja abrir los domingos", indicó, al tiempo que señaló que ante las restricciones tuvo que reducir la plantilla laboral, bajar los precios y expandir el área de servicio de entrega y recogido para compensar, en algo, la merma en ingresos.A lo largo de la calle Loíza varios comercios han cerrado desde que comenzó la pandemia, entre ellos los restaurantes Dudes, Piola, Perros Locos y La Montanara. Otros han modificado sus conceptos como Lentejuela y el restaurante vegetariano Cocobana, que cerró el salón comedor. "Hay entre ocho a 10 negocios que cerraron permanentemente", dijo Guevara, expresidente de la Asociación de Comerciantes de la calle Loíza.La situación de igual forma se repite en lugares como el Viejo San Juan, donde antes se gozaba de una alta actividad comercial. La cantidad de negocios cerrado también pasa la decena. Lo que solía ser un centro cultural, gastronómico y vibrante que atraía a miles de visitantes, se ha convertido en un caso histórico desolado que lucha por mantenerse a flote.En el otro extremo del país, la situación no es muy diferente. "El COVID-19 ha impactado grandemente los comercios en Mayagüez", aseveró Elvin Hernández, presidente de la Asociación de Comerciantes de ese pueblo y dueño de cuatro comercios en la ciudad.Desde que el gobierno decretó el toque de queda a mediados de marzo, Hernández intenta mantener a flote sus negocios: el restaurante La Jibarita y el mexicano Bandolera, la...

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