Crímenes

MAYRA MONTERO

ESCRITORA

¿Qué proyectos se consideran en el País, donde jamás se ha educado ni se educa en la igualdad de género, para contrarrestar esta creciente ola de asesinatos? Ya basta de "Promesa de hombre", ese latiguillo que, lejos de reivindicar los derechos de la mujer, refuerza la superioridad del varón. Lo dije anteriormente, cuando comenté el eslogan: los hombres no tienen que prometerles nada a las mujeres, sólo tratarlas de igual a igual, reconocer sus derechos y abandonar los patrones de control que culminan en golpes, puñaladas o tiros.

Entre las más recientes agresiones con resultados fatales, estuvo la de un hombre que, después de estrangular a su compañera, fue a confesarle el crimen a un pastor. Ignoro en realidad si ese pastor le predicó alguna vez la equidad de género. O lo ilustró sobre el derecho que tiene la mujer a escoger la vida que desea llevar, o separarse cuando lo considere necesario. En los templos, a ellas se les enseña sumisión y obediencia. Y es que, una mujer que sea contestataria en el ámbito hogareño, lo será también respecto a su entorno social y religioso. Cosa que no les conviene mucho a las iglesias. Y a los políticos, tampoco.

"Promesa de hombre" es el equivalente, en esencia y actitud, a la frase que soltó hace poco una abogada, la que defiende al individuo que dejó sin piernas a una muchacha. La abogada dijo: "Él la trataba como a una princesa". Da vergüenza ajena que una mujer con estudios pronuncie semejante estupidez, aunque sea la abogada del acusado; hay otras formas de defenderlo sin descender a las cavernas.

Hace mucho tiempo han quedado atrás esos conceptos de que el hombre debe tratar a la mujer como a una flor o como a una princesa. Por tratarlas como a flores es que luego se sienten con derecho a pisotearlas. La condescendencia es la cara más cínica del machismo. Y aquí se cultiva la condescendencia. No hay que tratar como princesa a nadie, sino como al ser humano que tiene ideas propias y un espacio suyo. Con eso basta.

Está tan enraizado el concepto machista dentro de familias enteras, que, hace poco, la madre de una de las víctimas de estos atroces crímenes, se refería a una conversación que había sostenido con el agresor en los días previos al asesinato. La mujer le habría dicho a su yerno: "Ya que mi hija no te valora, búscate a otra que sí te valore". El hombre presuntamente contestó: "No, la quiero a ella y la voy a perdonar".

El diálogo es insólito. Pero salió de labios de...

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