El daño depende de la energía

Recientemente, fueron muchas las indagaciones sobre el oleaje y las referencias a la gran altura de las olas generadas por la tormenta extratropical Riley. Pero la altura de las olas no es el único factor para medir el potencial dañino de un oleaje.

Es un hecho que la energía de las olas es proporcional al cuadrado de su altura, H. Una ola de altura 2H es 4 veces más energética que una de altura H. Pero también es un hecho que la energía total es proporcional al largo de onda de la ola (la distancia entre crestas, L). Así que la energía total es proporcional al producto H2L.

Cuando una ola se propaga, pone en movimiento una columna de agua con una profundidad aproximada de L/2. Mientras mayor L, mayor la cantidad de agua que se pone en movimiento. Un ejemplo extremo es un tsunami, donde el largo de onda es de decenas de kilómetros, y toda la columna de agua, no importa la profundidad, se pone en movimiento según pasa.

Para olas de viento, como las del huracán María y la tormenta Riley, su periodo (tiempo que toman en pasar un punto fijo dos crestas sucesivas) aumenta según el largo de onda aumenta. A mayor largo de onda, mayor periodo, y viceversa. Y el periodo es algo que se puede medir fácilmente por las boyas.

Riley llegó a tener un tamaño de aproximadamente 1,000 km, según The Weather Channel. El viento necesita espacio, una distancia cuasi rectilínea, para poder impartir efectivamente su energía al oleaje. Eso se le conoce como “fetch”.

Los huracanes, con vórtices relativamente compactos, tienen altísimos vientos, pero poco “fetch”. Las tormentas extratropicales no tienen vientos tan extremos como los huracanes, pero tienen un “fetch” mucho más grande. Eso compensa, y hasta sobrecompensa, por los vientos más débiles. Y ese “fetch” tan extenso produce olas no solo con grandes alturas, pero con grandes largos de onda, y por ende, periodos.

Para Riley, las boyas llegaron a medir periodos de más de 18 segundos, algo rarísimo en el Atlántico, pero mucho más común en el Pacífico, ya que es...

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