Decae la industria de las peleas de gallos

A dos meses de que cobre efecto la prohibición a las peleas de gallo, esta industria, que se estima inyecta a la economía de la isla un promedio de $65 millones anuales, ha comenzado a tambalearse y sus principales actores han empezado a sentir el peso emocional que representa la posibilidad de que los priven, en muchos casos, del único sustento familiar.En diciembre pasado, el gobierno de Estados Unidos aprobó una ley que extendió a los territorios estadounidenses la prohibición de las peleas de gallos que impera en los estados."Al momento que nos dijeron eso, yo no comía, yo no dormía. ¿De qué vamos a vivir nosotros y los que están subiendo ahora? Los hijos míos, yo los he levantado así, desde los gallos", compartió Rubén del Valle, gallero de 65 años.Rubén se adentró en el mundo del llamado "deporte de los caballeros" cuando era niño. Su tío, recordó, le regaló su primera ave y, desde entonces, son miles las que han pasado por sus manos. Hoy tiene cerca de 250 gallos.El proceso de "castación" de los gallos (cruzarlos con gallinas según las castas) se ha reducido a causa de una baja en la venta de ejemplares. "No estoy castando la misma cantidad con la incertidumbre de qué me voy a hacer con esos pollos si me quitan esto… porque no se pueden vender, no se pueden sacar de aquí, no se pueden usar para jugadas. ¿Qué voy a hacer? ¿Matarlos?", sostuvo Del Valle.El proceso para que un pollo esté listo para pelear toma entre ocho y nueve meses.Alex del Valle, su hijo de 48 años, es quien se encarga de la castación, que comienza con la elección del padrote y la gallina que, a su juicio, producirán los polluelos con las características necesarias para ser buenos gallos de pelea. Buscan animales con patas largas, que sean fuertes, robustos y de buena estatura."Somos mucha gente en Puerto Rico, galleros que viven de esto por generaciones, que es lo único que saben hacer. ¿Qué va a pasar con ellos que ya tienen una edad madura? No van a darles trabajo en ningún lado en Puerto Rico", agregó Alex.Hace cinco años, en Puerto Rico había 103 galleras licenciadas, pero tras el huracán María -y más recientemente por la amenaza de la veda-, el número se ha reducido aceleradamente, al punto que hoy la cifra alcanza las 70, según un estudio comisionado por el Club Gallístico de Puerto Rico y realizado por la firma Advantage Consulting.Entre el 2016 y 2017, en la isla se celebraron 88,299 peleas de gallos, renglón que también ha reflejado una merma. En cuanto a...

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