Demasiada ciudad

Italia

Por Mariana Lafont

Afortunadamente las vías y puentes tienen carteles indicando la dirección a los atractivos más importantes. San Marcos, el patrono de la ciudad, es el barrio más antiguo. Pese a ser muy pequeño, también es el corazón, justo donde se concentra la mayoría de los atractivos.

Punto, es la zona turística. Es por ellos que tienes que prepararte. En un momento dado podría hasta resultar agobiante estar en este lugar que por hermoso nadie quiere abandonar. Lo mejor es pasar al menos una noche aquí para disfrutarla en calma, luego de que las excursiones hayan partido.

De más está comentar que la vida en este distrito gira en torno a su extensa Plaza San Marcos, llena de palomas y centro de la vida pública y religiosa de la ciudad. Esto desde siempre. La "piazza" data del siglo IX y es tan linda que el emperador Napoleón Bonaparte la llamó "el salón más bello de Europa".

En invierno la neblina constante le da un toque misterioso. Las noches de verano se convierten en el mayor escenario para la juerga, es cuando la gente se anima a disfrutarla paseando por sus cafés con música en vivo. Se forma el ambiente perfecto, algo que no tiene precio.

Si vas no puedes dejar de tomar un "ristretto" o un "spritz" en el emblemático Café Florian, que data del 1720, uno de los más antiguos de Italia. Tampoco puedes dejar de ver la Basílica, el Campanile, la Torre del Reloj y el Palacio Ducal y el Puente de los Suspiros. A unos pasos está el Museo Correr con pinturas, esculturas y mobiliarios que narran la historia de la ciudad. De todos modos, basta perderse por sus intrincadas callejuelas para gozar de un agradable paseo.

Luego está la Basílica de San Marcos, gema de la arquitectura bizantina en occidente, el templo religioso más importante de Venecia. Se construyó en el 828 para albergar el cuerpo del patrono de la ciudad, el evangelista San Marcos, pero la estructura actual data del siglo XI y ha sufrido modificaciones con el tiempo.

El templo, de planta de cruz latina y cinco cúpulas, tiene más de 4 mil metros cuadrados de mosaicos dorados, algunos del siglo XIII y 500 columnas del siglo III. La entrada es gratuita pero hay que pagar para ver el museo y el tesoro. El campanario (y antiguo faro) de la basílica mide 321 pies, es el edificio más alto de la ciudad desde donde se observan panorámicas memorables.

El Palacio Ducal, otra parada imperdible, fue un castillo que servía de fuerte allá para el siglo IX. Luego fue usado como...

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