Demos-cracia

Welmo Romero

Bueno es saber que la ignorancia puede ser superada con educación y voluntad. La primera es fácil, la segunda es el talón de aquiles ante los diversos males que nos aquejan. La marcha del lunes pasado que convocó la comunidad cristiana demostró que todavía esa tal separación iglesia-estado que se grita a los cuatro vientos está lejos de suceder, más aún en un país como el nuestro que le gusta jugar muchas bases a la vez y donde vivimos de avatar en avatar sin mostrar realmente quiénes somos y qué queremos.

Esa carta universal de derechos humanos, esa dignidad que nos cubre y embarra por ser de la especie homo sapiens sapiens, queda como un cúmulo de papel, alimento de polillas, hoguera para el próximo disidente ejecutado o la próxima bruja señalada.

Si queremos hablar de aberraciones, ¿por dónde deberemos comenzar? ¿Qué tanto te importa lo que ves, lo que hago? Será que pretendemos vivir los deseos y sueños de los demás y...

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