Hay que derrotar el empresarismo tímido

José Caraballo Cueto

Es harto conocido que el modelo de industrialización por invitación se agotó y que el desarrollo de una base empresarial local sólida debe ser el nuevo modelo económico. Sin embargo, los esfuerzos para crear un “ecosistema” empresarial son generalmente tímidos y hasta contradictorios. Veamos por qué.

Primero, los empresarios/as puertorriqueños y sus descendientes son en general tímidos. Según el Global Entreneurship Monitor, solo el 18% de las personas consideran ser empresario/a como una opción de vida, siendo el porcentaje más bajo del mundo. De acuerdo al Registro de Corporaciones, menos del 5% de las empresas locales exportan. De hecho, cuando se habla de “industriales” en Puerto Rico, muchas veces se refieren a gerentes de industrias, ya que hay muy pocos dueños y dueñas de industrias. Irónicamente, la revolución cubana es una de las mejores aliadas del empresarismo puertorriqueño: muchas empresas locales exitosas pertenecen a exiliados de esa revolución. Hay otras empresas nativas exitosas pero su visión es muy local y muchas veces siquiera venden sus productos o servicios en toda la Isla, a pesar de la corta extensión territorial.

Segundo, las escuelas empresariales más importantes del País se enfocan primordialmente en estudiar las grandes empresas multinacionales y muy poco o nada se discute en cómo levantar las empresas locales para que exporten o crezcan. Esto a pesar de que en Puerto Rico los establecimientos con menos de 100 empleados tuvieron el 53% del empleo en el 2014 y el 75% de los establecimientos tuvieron menos de 10 empleados (ver Censo de Establecimientos). Es decir, la mayoría de estudiantes de negocios van a trabajar en pequeñas y medianas empresas pero sus clases se enfocan en preparar estudiantes para trabajar en multinacionales extranjeras que, aunque pueden servir como una referencia, sus retos son distintos a las que enfrentan las empresas locales. Además, como se ha señalado en investigaciones anteriores, el enfoque actual es preparar administradores, no empresarios/as.

Tercero, las organizaciones comerciales grandes se dedican más a buscar acomodos (“rent seeking” le llamamos en economía) que a capacitar a los empresarios locales para que crezcan. De hecho, hay algunas de estas organizaciones que defienden más a los negocios extranjeros que a los locales porque algunos de sus miembros tienen contratos con extranjeros. Si tuviesen una visión de país -no individualista-, los empresarios...

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