Desigualdad y confianza social

EFRÉN RIVERA RAMOS

CATEDRÁTICO DE DERECHO

Con la elección de esos temas, el CNE, entidad independiente dedicada a la investigación y promoción de política pública sobre el desarrollo económico, ha hecho una contribución valiosa a la discusión pública en Puerto Rico.

La cuestión de la desigualdad económica suele plantearse como un asunto de justicia social o de filosofía política y moral. Ciertamente lo es y lo seguirá siendo, con razón.

Lo llamativo del planteamiento del CNE, por vía de una competente presentación de su director de política púbica, Sergio Marxuach, fue la vinculación de la desigualdad con el crecimiento y el desarrollo económico mismos. Basándose en literatura reciente, incluyendo estudios del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Marxuach argumentó que la desigualdad es perjudicial para el crecimiento económico.

Según mostró, la desigualdad económica afecta directamente las posibilidades de crecimiento, pues disminuye la capacidad de consumo de la población, socava el acceso a la educación, mina el desempeño escolar de los niños, estimula el endeudamiento, sobre todo de la clase media, promueve el uso especulativo, en vez de productivo, del capital y contribuye a la inestabilidad política.

La desigualdad también afecta el crecimiento económico indirectamente a través de su impacto negativo sobre otras variables importantes, tales como la incidencia de enfermedades mentales, la expectativa de vida, la mortalidad infantil, la obesidad, la incidencia de embarazos entre adolescentes, los homicidios, la tasa de encarcelación y la movilidad social, entre otros aspectos.

Las implicaciones de este señalamiento para Puerto Rico se aprecian mejor si se toman en cuenta los datos aportados durante la conferencia sobre los niveles de desigualdad prevalecientes en el País.

En Puerto Rico el 20% más alto en la escala de ingresos acapara más del 55% de los ingresos percibidos, mientras que el 20% inferior ha de conformarse con menos del dos por ciento de los ingresos. Es decir, el ingreso promedio de los hogares en la quinta parte más rica de la población es treinta y tres veces el ingreso promedio de los hogares ubicados en la quinta parte más pobre.

Esa diferencia es el doble de la...

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