Día de llanto en la corte federal

Por Limarys Suárez Torres

lsuarez1@elnuevodia.com

"Mi amado padre, eres la persona que más extraño y hasta hoy nunca pasa un momento en que no piense en ti. Eras mi mejor amigo y mi admirador y todo lo perdí. Ahora no te tengo aquí. Tengo un espacio vacío en mi familia. Nadie tiene idea de cómo quisiera que estuvieras aquí para que vieras todas las cosas que he logrado a tu nombre", leyó Gabriel Ramos Ruiz, un joven de 17 años cuyo padre cayó abatido en la masacre de La Tómbola.

La emotiva carta, que logró hacer llorar a algunos miembros del jurado compuesto por siete mujeres y cinco hombres, fue parte de la prueba que presentó ayer la Fiscalía federal en la segunda fase del juicio de pena de muerte en contra de Alexis Candelario Santana, convicto por 22 asesinatos, incluyendo la masacre en La Tómbola.

"Tenía 13 años cuando papi murió y ese día (de su muerte) habíamos pasado el día juntos, fuimos a recortarnos y después él se fue con mami para esa fiesta. Nunca más lo vi", añadió Ramos Ruiz.

En esta etapa del juicio de pena de muerte en contra de Candelario Santana, conocida como fase de castigo, la Fiscalía federal busca probar los agravantes y el impacto del convicto en las víctimas, con el fin de que el jurado condene al hombre de 41 años a la pena capital por sus crímenes.

Para condenarlo a la pena capital, el jurado deberá encontrar más allá de toda duda razonable y de forma unánime al menos uno de los agravantes principales.

Los agravantes a considerar son que Candelario Santana intencionalmente asesinó a las víctimas, infligió serio daño corporal que resultó en su muerte, participó de un acto contemplando que la vida de una persona sería arrebatada y demostró desprecio temerario por la vida humana.

En cambio, para probar los factores mitigantes no hace falta unanimidad. Solo basta con que uno de los miembros del jurado lo apruebe para que le aplique a Candelario Santana.

El pasado 8 de marzo este mismo jurado encontró culpable a Candelario Santana por narcotráfico y por mantener una empresa criminal continua en la que cometió 22 asesinatos, incluyendo la masacre en La Tómbola.

Candelario Santana se convirtió en el quinto caso de pena de muerte que se ve en Puerto Rico en el Tribunal Federal y es el cuarto caso que llega a la segunda fase de pena de muerte.

Con un total de 15 testigos, la Fiscalía federal, representada por María Domínguez, Marcela Mateo y Bruce Hegyi, buscó probar ayer los agravantes y durante sus argumentos iniciales...

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