Dilema boricua de ser madre

Por Marga Parés Arroyo

Mpares@elnuevodia.com

Elena (nombre ficticio) es una puertorriqueña que cría a un niño producto de un óvulo de otra mujer, fertilizado por un espermatozoide de su esposo, y gestado en el vientre que esa mujer le prestó. Pero el ordenamiento jurídico de Puerto Rico no reconoce a Elena como la madre legal de la criatura.

El deseo de Elena de ser madre tiene su historia. Tras años de intentos sin éxito, Elena y su esposo Carlos (seudónimo) aceptaron que no podían ser padres de forma natural. Tras estudiar otras opciones, escogieron la subrogacía o "vientre de alquiler". Mediante este método, la mujer que presta o alquila su vientre accede a ser fertilizada por el método "in vitro" y, tras parir, entrega la criatura a la pareja que quiere ser padre y madre.

Un familiar de la pareja donó a Elena y Carlos su vientre y óvulos. En un laboratorio se combinó el material genético. Los nueve meses de la gestación pasaron sin complicaciones y, desde que nació, el niño vive en el hogar de Elena y Carlos.

Sin embargo, esta situación ha desembocado en un dilema legal.

Carlos pudo dar su apellido al niño, pero el Registro Demográfico de Puerto Rico rechazó la solicitud de Elena de ser reconocida como la madre del bebé en el certificado de nacimiento. El argumento es que el óvulo fertilizado por el espermatozoide de Carlos no salió de Elena.

Fracasada la gestión del certificado de nacimiento, Elena solicitó ser la madre adoptiva del bebé. Pero el Departamento de la Familia no ha contestado la petición, lo que tiene el asunto detenido en la corte. El niño ya tiene cinco meses.

"El problema es que en Puerto Rico no hay una ley que regule los procesos de subrogacía", expuso la licenciada Cristina Beauchamp. Ante la ausencia de un marco legal que regule la práctica del préstamo o alquiler de vientres, los dilemas que rodean las vidas que surjen de esta nueva tecnología se resuelven caso a caso, precisó Beauchamp.

En Puerto Rico no hay un registro oficial de los procedimientos de "vientres de alquiler", pero se estima que entre 10 a 12 han sido exitosos.

El primer bebé subrogado de la Isla nació en marzo de 2005. En la actualidad cinco especialistas en endocrinología reproductiva e infertilidad trabajan, cada uno, con un promedio de uno o dos casos al año.

"En Puerto Rico, según el Código Civil, madre es la que pare", señaló Beauchamp. Sin embargo, explicó, hasta la fecha la corte había permitido que los padres intencionales figuraran como...

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