El dilema de la deuda pública
Gustavo Vélez
Economista
En aquellos tiempos, los representantes de las casas acreditadoras comenzaban a levantar su voz de alerta con respecto a la situación fiscal y económica del País. La administración entrante enfrentaba ya un déficit de $1,200 millones, una economía débil y un gobierno compartido. Las condiciones estaban fértiles para lo que sabemos ocurrió en el 2006, con el cierre gubernamental.
De allá para acá, son muchas las cosas que han cambiado. Además de aún estar en un estancamiento económico, el País está más endeudado, con una economía mucho más pequeña, mucho más pobre y con menos población.
Para poner en contexto de lo que estoy hablando, en el 2005 la deuda pública era de $36,702 millones, mientras que al 30 de junio de 2013 la deuda ya ascendía a $70,043 millones.
Los retos hoy son mucho más desafiantes que los retos de 2006. La pregunta clave es ¿Cómo vamos a resolver el problema de la deuda?
Los $70,043 millones se dividen en cerca de 15 emisores independientes con fuentes de ingresos y estructuras legales que definen cómo se realizará el servicio de la deuda.
Por ejemplo, el gobierno central es uno de esos emisores y emite lo que se conoce como Bonos de Obligación General del ELA. La fuente de repago de esos bonos son los ingresos del Fondo General. A su vez, esta obligación financiera del Gobierno tiene una garantía constitucional y la propia constitución también le impone un límite al máximo del servicio anual de esa deuda, en un 15%.
Otro emisor de deuda lo es la Corporación para el Fondo de Interés Apremiante (COFINA). Esta entidad emite bonos (deuda) que son pagaderos con los ingresos del impuesto de venta y uso (IVU). Su estructura legal provee para que el ingreso del impuesto al consumo se destine primero al servicio de la deuda y el excedente ingrese al Fondo General.
Existen 13 emisores adicionales, entre los que se encuentran las principales corporaciones públicas, la Universidad de Puerto Rico y el Banco Gubernamental de Fomento.
Dicho lo anterior, me parece que algunos de los artículos publicados por algunos medios internacionales parecen ignorar o no entender claramente la composición y el andamiaje legal-financiero del gobierno de Puerto Rico. Estoy de acuerdo en que el monto de la deuda pública, desde la óptica del actual estancamiento económico, es un problema complejo y profundo, pero no somos Grecia ni Detroit.
Los últimos dos...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba