Discordia por el Altar de la Patria
Por Keila López Alicea
keila.lopez@elnuevodia.com
Aquí, individuos a favor de la doctrina social católica, que establece que la Iglesia debe estar ligada a la identidad cultural de cada país, se enfrentan a personas asociadas con poderes políticos que buscan que Puerto Rico esté cada vez más identificado con Estados Unidos en su lucha por la estadidad. En el medio, la figura más visible de la Iglesia católica en la Isla, el arzobispo Roberto González Nieves, quien desde que llegó en 1999 se ha encargado de declarar que Puerto Rico es una nación por derecho propio y, por lo cual, se le ha asociado más de una vez con el Partido Popular Democrático (PPD).
A un lado de esta lucha está, según una fuente que conoce el funcionamiento de la cúpula de la Iglesia católica, la mayoría de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, cuerpo que agrupa a todos los obispos del país y que es presidido por González Nieves, desde el pasado 5 de diciembre.
Este grupo, en el que además están el obispo de Caguas, Rubén González; el obispo de Fajardo-Humacao, Eusebio Ramos; el obispo de Ponce, Félix Lázaro, y el obispo de Mayagüez, Álvaro Corrada, se ha presentado como un frente unido en diversas ocasiones para respaldar los argumentos del arzobispo en temas de identidad nacional y las intervenciones en asuntos de política pública, entre otros.
Por el otro, indicó la fuente, hay un grupo de religiosos y personas con intereses políticos para el cual las posturas del arzobispo van en contra de la lucha por la estadidad. Entre estos, además de miembros del Partido Nuevo Progresista (PNP), estaría monseñor Józef Wesolowski y el obispo de Arecibo, Daniel Fernández.
Luchar por la salida de la Marina de Vieques, exaltar la nación puertorriqueña fuera de la influencia de Estados Unidos y los símbolos asociadas a ella -como la bandera y el culto a la patrona del país, Nuestra Señora de la Divina Providencia-, y opinar sobre asuntos de política pública fueron algunos de los incidentes que le ganaron reproches de parte de figuras públicas.
Esto llegó a tales niveles que, en el 2011, la entonces representante penepé Albita Rivera hizo un llamado para que los católicos ni fueran a la Iglesia ni dieran ofrendas en misa en rechazo a expresiones del religioso. Pero tras bastidores hay individuos que han realizado numerosos viajes al Vaticano y que han cursado un sinfín de cartas para rechazar las acciones del arzobispo de San Juan.
"Están buscando salpicarlo por todos...
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