Dos + dos = cero

PABLO A. JIMÉNEZ

PASTOR Y EDUCADOR

La segunda fuente de la crisis es el crimen, ya que ha creado una economía subterránea. El trasiego de drogas ilegales es el motor de esta economía paralela. Muchos de los robos, atracos y escalamientos que sufrimos son perpetrados por adictos a drogas que buscan cómo financiar sus vicios. Y la lucha por el control de los puntos de distribución de drogas motiva la violencia en las calles.

Si nuestro Gobierno pudiera desarrollar estrategias para aumentar significativamente la cantidad de personas empleadas a tiempo completo en la economía legal y para atajar la oleada criminal, la calidad de vida en nuestra Isla mejoraría considerablemente.

Y dos partidos políticos reclaman tener esas estrategias; las dos colectividades que han compartido el poder desde el 1968. Empero, la realidad es que ambos partidos han fracasado rotundamente en sus esfuerzos.

En términos generales, el desempleo y el crimen han subido constantemente durante las pasadas décadas. Y el patrón es claro: el partido que esté gobernando en el momento reclama estar haciendo todo lo humanamente posible para atajar el desempleo y el crimen, mientras el partido que esté en minoría denuncia que el Gobierno de turno no tiene estrategias efectivas para detener la oleada criminal...

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