Los dueños de la economía

BARTOLOMÉ GAMUNDI CESTERO

DIRECTOR DE DESARROLLO DE NEGOCIO INTERNACIONAL

Es la ausencia del Capital Social, lo que propicia la crítica destructiva de decisiones sensibles y provechosas para nuestra sociedad, que justifica la participación en los mercados negros en lugar del ahorro y, lo que es peor, la corrupción de los oficiales de gobierno. Es la excusa para que el 'yo también' se convierta en frecuente para muchos y que señalan al sistema como único culpable.

No es secreto que nuestra situación económica y social es crítica, producto de nuestros problemas por décadas y hoy más que nunca es mandatorio que el gobierno entienda que su obligación es reconocer que no gobierna para unos pocos, sino para los verdaderos dueños de la economía, el pueblo.

Un aspecto importante a considerar es que muchos de los indicadores económicos no necesariamente miden la calidad del desarrollo, y su interpretación demanda un nivel de conocimiento que no está claro aún para los más versados sobre el tema. Esto confunde en términos de su significado, por ejemplo:

. El uso del Producto Interno Bruto (PIB) como métrica de desarrollo económico. Este término ha estado bajo discusión por largo tiempo por su debilidad al medir la gama de variables que componen una economía. El libro "Measuring for Life" fue comisionado por el expresidente de Francia Nicolás Sarkozy a Joseph E. Stiglitz, Amartya Sen y Jean Paul Fitoussi. En él se hace una profunda crítica al PIB como la métrica para medir progreso económico.

En este estudio, se concluye que el PIB, por sí solo, se queda corto para medir una economía sustentable que integra lo económico, lo social y lo ambiental; en pocas palabras, medir el bienestar de los verdaderos dueños de la economía, el pueblo.

La poca utilidad del concepto es evidente en Puerto Rico. Aún en los tiempos de crecimiento del PIB, hemos sido testigos de un deterioro de nuestra sociedad y, como consecuencia, tenemos hoy problemas sociales que son aún más difíciles de resolver que los económicos.

Hoy somos testigos de una corriente popular que piensa que los bonistas son los dueños del país. Este concepto es errado, los bonistas podemos ser tú y yo, los verdaderos dueños de la economía. Por tanto, debemos concentrarnos en las casas de corretaje, las cuales distan de ser hermanitas de la caridad. No son santos de mi devoción, pero es una realidad, que los administradores de la cosa pública han violado los mínimos...

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